Hong Kong (AFP) – Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram, anunció que desmanteló una importante red de desinformación con sede en China, que difundía contenido sobre temas políticos delicados en Europa y Estados Unidos.
Meta, en un informe trimestral sobre amenazas difundido el miércoles, aseguró haber eliminado más de 100 páginas de Facebook, perfiles y cuentas de Instagram vinculadas a esta red de desinformación, que también opera en otras plataformas como YouTube, Telegram y Twitter.
También eliminaron otras cincuenta cuentas vinculadas a otra red con sede en China, dijo la compañía estadounidense en su informe.
"Estas últimas redes han experimentado con una serie de tácticas que nunca antes habíamos visto en las operaciones con sede en China", señaló el informe.
"Los comportamientos recientes incluyen la creación de una empresa de medios fachada en Occidente, la contratación de redactores independientes en todo el mundo y la cooptación de una ONG en África", agregó.
Aunque Meta eliminó algunas cuentas, gran parte del contenido permanece todavía en línea, incluso en la red social Twitter.
Los mensajes transmitidos van desde contenido centrado en Europa, temas que dividen a Estados Unidos, como la violencia policial, la criminalidad y los derechos LGBT+, hasta publicaciones que defienden la posición de Pekín sobre su política en la región occidental de Xinjiang, donde los activistas acusan a las autoridades de detener a más de un millón de uigures y otros musulmanes en campos de reeducación forzada.
Twitter y Facebook están oficialmente bloqueadas en China continental, los usuarios deben recurrir a conexiones VPN prohibidas para usar sus sitios web y aplicaciones.
Rusia ha sido acusada desde hace mucho tiempo de operar "granjas de trolls" en un intento de influir en la opinión pública de Occidente, y China no se consideraba muy avanzada en esta área.
Pero Meta dijo que las últimas redes descubiertas en sus plataformas indicaban que las operaciones en China estaban volviéndose cada vez más sofisticadas.
El mes pasado, las autoridades estadounidenses declararon también que habían acusado a un grupo de agentes del Ministerio de Seguridad pública de China, alegando que habían operado una red de cuentas de redes sociales que difundían mensajes a favor de Pekín.