Buenos Aires (EFE).- La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, ratificó este martes que no será candidata a las elecciones generales de octubre, al reiterar que la Justicia la proscribió al condenarla en diciembre pasado: "No voy a ser mascota del poder por ninguna candidatura", señaló en un largo escrito publicado en sus redes.
"Ya lo dije el 6 de diciembre del 2022. No voy a ser mascota del poder por ninguna candidatura. He dado muestras, como nadie, de privilegiar el proyecto colectivo sobre la ubicación personal", señaló la también exmandataria (2007-2015) el mismo día en que el peronismo celebra su Congreso Nacional para avanzar en la estrategia electoral, aún sin ningún candidato presencial definido.
Según remarcó la vicepresidenta, no quiere dar pie a que los jueces dicten un fallo inhabilitándola o sacándole "cualquier candidatura que pueda ostentar", para dejar así al peronismo "en absoluta fragilidad y debilidad frente a la contienda electoral".
A fines de 2022, Fernández fue condenada a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por irregularidades en la concesión de obras viales durante su mandato como presidenta, una sentencia que para ser firme debe pasar por varias instancias, por lo que de momento nada impide a la vicepresidenta presentarse a cualquier candidatura.
Ya entonces, la líder del kirchnerismo peronista anunció que no se presentaría a las elecciones, convencida de que es una perseguida política y judicial y está proscrita, aunque sus seguidores no han dejado de clamar que se postule a la Presidencia.
"Cuando hablé de proscripción en diciembre de 2022, no era en ejercicio de artes adivinatorias, sino con la comprensión de la etapa histórica que estamos atravesando", remarcó hoy al recordar que la Corte Suprema decidió la semana pasada frenar las elecciones de dos provincias por supuesta inconstitucionalidad de las candidaturas de sus dos gobernadores, ambos peronistas.
"Así como tres personas lo hicieron con las provincias de Tucumán y San Juan, no tengan dudas de que lo harán contra mi persona con el fin de evitar que el peronismo pueda participar del proceso democrático, o bien debilitarlo, conduciéndonos a un callejón sin salida", aseveró.
Lo que decidió en diciembre, continuó, fue una "decisión razonada y pensada".
"Los conozco (a los jueces), sé cómo piensan, cómo actúan y cómo van a actuar. Los he visto a lo largo de la historia y experimenté su juego en carne propia y de mi familia, con una persecución atada con precisión quirúrgica al calendario electoral", sentenció.
Y subrayó que desde 2016 -durante el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019)-, la Justicia, a la que denomina "Partido Judicial", funciona como una fuerza operativa de la coalición opositora Juntos por el Cambio y los "grupos económicos concentrados, para producir la eliminación de sus adversarios políticos".
"Debemos ser inteligentes para salir de este laberinto y romper la trampa a la cual nos quieren llevar: que tengamos una candidatura prohibida por el Partido Judicial. Porque, frente a una derecha cuya única propuesta es arrebatar derechos, el peronismo sigue siendo el espacio político que garantiza la defensa de los intereses del pueblo y de la Nación", afirmó.