Diputados y senadores, ¿los estamos eligiendo bien?

Ocupar una curul en el Congreso Nacional, ya sea como diputado o senador de la República, no es un juego de niños, no se trata ostentar un cargo por simple capricho o por cumplir un anhelo personal de poseer poder, disfrutar de un vehículo con placa oficial y arrastrar un sequito donde quiera que vaya; no, no lo es; ser legislador es tener el compromiso de llevar a cuesta las necesidades de todo un pueblo para implementar mecanismos a fin de resolverlos, sobre todo cumpliendo drásticamente con los tres principales roles, que son legislar, representar y fiscalizar.

No es necesario ser un gran intelectual para saber que, el legislador está llamado ser un defensor férreo de las comunidades que representa y un joseador implacable para hacer que las Resoluciones o Proyectos de Ley que someta ante el Pleno de la Cámara Alta o la Cámara Baja sean respaldados por sus pares, aprobados en el Primer Poder del Estado, y promulgados por el Poder Ejecutivo.

Es con el sometimiento y aprobación de esas piezas legislativas que los senadores y diputados pueden lograr que los Gobiernos Nacionales lleven a cabo las obras que necesitan las Provincias, Municipios y Distritos Municipales.

Se hace necesario saber, además que, aunque estos funcionarios públicos reciben el denominado Fondo de Gestión Social (Barrilito) destinado a satisfacer necesidades menores de la gente, esta labor no está enmarcada dentro de sus principales responsabilidades como legisladores.

Como ciudadanos responsables, ¿nos hemos tomado un momento para revisar los trabajos legislativos que nuestros legisladores están realizando en el Congreso Nacional? ¿Cuáles y cuantas resoluciones han sometido en beneficio de nuestros municipios?

Tomando en cuenta estas aclaraciones, y antes de dar un voto nos hemos detenido a preguntarnos: ¿Este candidato tiene la capacidad para representar mi comunidad en el Primer Poder del Estado? ¿Conoce él las necesidades de mi comunidad?; ¿Tiene la destreza y la preparación para lograr que sus iniciativas cursen exitosamente en la Cámara de Diputados y el Senado de la República?

Después de elegir a los senadores y diputados no hay marcha atrás, simplemente estar conscientes que, “los pueblos tienen las autoridades que se merecen”.

Elvis Castro es periodista