República Dominicana.-Que algunos pacientes que han optado por buscar alternativas que le permitan tener hijos, abandonen los tratamientos, obedece en gran parte a la decepción por un resultado negativo.
Es la decepción está definida como “una emoción dolorosa que se despierta en una persona al incumplirse una expectativa construida”, basada en este caso, en el resultado de una prueba que determine si realmente prosperó el procedimiento al cual se sometió esa pareja o esa mujer, para procrear.
Es esta la primera causa que cita la doctora Violeta Pineda, especialista en Genética y Reproducción Humana.
“Hay un momento en que se tira la toalla. Cuando tú ves el resultado, que no es lo que tú estás buscando; que no es lo que tú anhelas, aún el médico te explique y te informe sobre las probabilidades de éxito de cada tratamiento, no son 100% seguro, que van de la mano de los factores que determinen, que llevaron a esos pacientes a realizar el tratamiento, pues aunque tú conozcas todo esto, te vas con la ilusión de que tú te vas a quedar embarazada, y en un primer intento no ocurre, pues ahí es donde conectamos con el departamento que se encargue de que ese paciente pueda seguir adelante, realizar sus tratamientos y que si no está en las manos del médico ayudarlo, pues entonces la parte psicológica tiene que influir”.
Los resultados han dado (lamentablemente) la razón a los expertos que explican que no siempre se consigue el éxito de un procedimiento en un primer intento.
“Es ahí donde los psicólogos “nos meten la mano y nos ayudan con esto, porque la fertilidad y la psicología van de la mano. O sea, la infertilidad es una enfermedad que afecta a la mujer y afecta al hombre en su vida familiar, en su vida de pareja, en las relaciones interpersonales, en las relaciones laborales. Hay muchas ausencias al trabajo, porque los mismos tratamientos demandan que la paciente tenga que no acudir un día porque se tiene que hacer un estudio a tal hora, que tiene que realizarse un procedimiento quirúrgico y, eso también limita”, expresa desde su centro, la Unidad de Fertilidad, Genética y Reproducción, la Dr. Pineda De león, al tiempo de agregar que “hay mucha invasión en lo que es la intimidad del hombre y de la mujer y todo eso afecta lo que es la parte emocional y la parte psicológica”.
Qué hacer cuando el resultado es negativo?
Un resultado negativo no es lo que va a limitar a los especialistas en el área, pero tampoco es lo que determina que ese tratamiento no vaya a lograr el objetivo en un momento determinado.
“Hemos tenido paciente que han hecho uno, dos, tres…cuatro tratamientos en busca de lograr un embarazo, pero cada tratamiento te desgasta. Cada tratamiento te agobia y, agobia tanto al paciente, como al médico, porque el médico tiene las herramientas para trabajar, pero no puede determinar que ese embarazo ocurra sí o sí”, dice la experta.
Consecuencias efectivas o no
Cada tratamiento médico involucra efectividad o negatividad. O sea, cada proceso tiene un riesgo.
“Están los riesgos de híperestimulación. Están los riesgos de trombosis venosa por el uso de las hormonas. Está la afectación psicológica; viene la ansiedad, la angustia, el temor, las disfunciones sexuales. O sea, son muchas las afecciones que se relacionan al proceso de infertilidad en si, no a los tratamientos de reproducción asistida como tal”.
La experiencia que le ha dado el recibir, atender y seguir desde UFYGER el procedimiento, hasta lograr el objetivo, es lo que a la Dra. Pineda de León le da la suficiente razón para afirmar que una mujer tiene oportunidad de hacerse los tratamientos que sean necesarios para lograr un embarazo.
“Claro está. Hay un momento en el que tenemos que tenemos que tener una causa de por qué no ocurre el embarazo. O sea, no podemos estar haciendo un tratamiento sin saber qué es lo que está pasando con esa paciente. O sea, hablamos de fallas reproductivas. O sea, qué pasa en el endometrio, qué pasa con los embriones o, si hay algún problema en las trompas o algún problema con el transporte de los gametos. Y ahí es que vienen los estudios complementarios”.
La alternativa indicada va a depender del factor afectado, pero las técnicas mayormente utilizadas; las menos invasivas y menos costosas; “lo que menos afecte al paciente, lo más sencillo y lo que tenga indicado, que sería lo de menos complejidad. El paciente si califica para coitos, ese es el primer tratamiento. Asistirlo con una estimulación, programar la fecha de ovulación y programar relaciones sexuales”.
Datos importantes
Los centros de reproducción asistida permiten congelar óvulos, espermatozoides o embriones, utilizando para su almacenamiento tanques con nitrógeno.
El proceso que se usa para congelar uno o más embriones y conservarlos para su uso en el futuro, se llama criopreservación de embriones, que incluye la fecundación in vitro, que es un procedimiento mediante el que se extraen óvulos del ovario de una mujer y se combinan con espermatozoides en el laboratorio para formar embriones. Los embriones se congelan y después se pueden descongelar y colocar en el útero de una mujer.
La infertilidad afecta entre un 12 y un 15% de la población en edad reproductiva; “es mucho”. Igual, un 40% de causa femenina e igual porcentaje para causas masculinas y el restante “mixto”.
La mujer generalmente es la que toma la iniciativa. “Es la que enciende esa alarma. Siempre he dicho que las mujeres hemos sido criadas para ser madres y, aunque la sociedad la ha cambiado mucho con el tiempo. Aunque las mujeres tenemos muchos deseos de desarrollo profesional, mucho deseo de desarrollo laboral, ese anhelo de ser madre; esa maternidad vive con nosotras”. (3/3)