Realizar estudios universitarios, graduarse en alguna carrera profesional, casarse, crear una familia y tener estabilidad económica, es el mayor anhelo de los jóvenes dominicanos que buscan enrumbar su vida hacia la bonanza y la caución, sin embargo para lograr el engranaje y compactar esos aspectos de manera visceral, es necesario conquistar el elemento principal, una vivienda propia.
Es precisamente la obtención de un techo propio el mayor reto que enfrentan los quisqueyanos, por el constante incremento de precios en los materiales para construcción (bloc, varilla, cemento y otros utensilios), sumado al alto costo de terrenos, y los bajos salarios que devengan las personas en empresas del sector público y privado.
Esta situación ignorada por diferentes gestiones gubernamentales de los siglos XX y XXI, ha generado qué las familias se vean obligadas a rentar viviendas, cumpliendo por obligación con el pago adelantado de los tres depósitos que exigen los dueños antes de mudarse, afectado significativamente el presupuesto económico y su calidad de vida.
En los últimos tres años los dominicanos han podido ver la luz al final del túnel, la cual ha encendido el presidente de la República, Luis Abinader quien desde el inicio de su gestión puso en marcha los programas Mi Vivienda y Familia Feliz, este último impulsado por el Ministerio de la Presidencia, que preside Joel Santos Echavarría, quien junto a un equipo eficiente está sembrando de complejos habitacionales el territorio nacional.
La importancia de este programa, desarrollado mediante una alianza público-privada, radica en la facilidad que se ofrece a las familias dominicanas para acceder de manera fácil y económica a su primera vivienda, facilitando un portal web en el cual las personas pueden llenar el formulario de solicitud que inmediatamente es evaluado por un personal calificado a fin de dar respuesta en su debido momento.
En ese sentido, aquellos que cumplen con el requerimiento establecido por el organismo, son orientados de manera permanente hasta concluir el proceso.
Asimismo el Ministerio de la Presidencia brinda acompañamiento a los solicitantes que enfrentan inconvenientes con su crédito para que no tengan impedimento al momento de solicitar al préstamo bancario.
Lo más interesante es que el inicial para obtener su apartamento subsidiado no sobrepasa los RD$150,000, incluso para algunas viviendas el monto no excede los 67 mil pesos.
Además del bono de primera vivienda establecido por ley, el gobierno dominicano otorga un bono itbis de 300 y 325 mil pesos, y otro bono de 4 mil pesos mensuales para ayudar a pagar las cuotas mensuales durante los primeros 7 años.
La implementación de Familia Feliz ha sido efectiva y exitosa por el empeño y diligencia sabia del Ministro de la Presidencia, Joel Santos, y el viceministro de Proyectos de Inversión, Camel Curi Lora.
Es precisamente Camel Curi Lora quien ha mantenido un constante seguimiento y supervisión del proceso de construcción de los apartamentos, además de la estricta orientación a la ciudadanía.
En una entrevista realizada por el periodista Cristian Jiménez, el funcionario destacó que, hasta el momento el Ministerio de la Presidencia ha entregado ochocientos apartamentos y ha recibido más de 500 mil solicitudes.
“El 70% de los beneficiarios nunca pensó que algún día podía tener su casa propia. Se ha demostrado que una familia que adquiere una vivienda subsidiada cambia su estatus social en menos de seis meses y esa es nuestra satisfacción.” destacó Curi Lora.
Este programa que ofrece el presidente Luis Abinader en su actual gestión, buscan cerrar de la brecha del déficit habitacional que durante años había permanecido abierta por falta de voluntad y planificación de algunos gobiernos.
¡Por fin aparece una luz al final del túnel, por fin se rompió el circulo, por fin se gobierna para la gente!.