Pudiéramos comenzar este análisis con ejemplos antiquísimos, pero esto parecerá largo y tedioso para el impaciente lector de estos días; incluso así se verá, si a profundidad consideramos la genialidad política de Nicolás Maquiavelo, veremos como la represión o la destrucción de un enemigo político, es precedida por un trabajo de ataque a su reputación, donde el descrédito del adversario influirá en el juicio socio político de los súbditos del príncipe.
En la República Dominicana el descrédito de los adversarios, es una práctica constante; sí nos sentimos agredidos por las perversas campañas sucias de hoy en día, debemos dar una mirada a nuestro pasado, para conocer un poquito sobre nuestra herencia. El Foro Público, fue una sección del periódico El Caribe, que apareció en 1948 en plena era de Trujillo, primero se publicó como cartas de los lectores y después se le dio el nombre de foro público.
Rafael L Trujillo y sus adláteres utilizaron esta sección periodística para difamar y torturar psicológicamente a sus opositores. Cuando un miembro de una familia caía en los rumores que se publicaban en el tristemente célebre “foro público”, la desgracia del mencionado como la de su familia ya estaba asegurada; a partir de ese momento, todos los veían como apestados que podían contagiar las desafecciones del “Jefe” respecto a esa persona o a esa familia.
Luego de la muerte de Trujillo, surgió en el universo político dominicano una figura que cautivó a las masas populares que celebraban los aires de una libertad que, aún no se había concretizado, era la imborrable sonrisa y el genio político del profesor Juan Bosch que, recién llegado del exilio, con un discurso humilde y de reconciliación, se ubicó en el lugar de más alta estimación del pueblo dominicano, ganando de forma abrumadora las primeras elecciones libres del país, luego de la caída de la tiranía.
Juan Bosch cosechó una diatriba de descrédito sembrada por los sectores conservadores, encabezados por la Iglesia Católica, hasta los últimos días de su vida; hubo sectores y personajes políticos que depusieron su actitud en contra de don Juan con el pasar de los años, pero las frases calumniosas y falsos criterios encriptados en la trayectoria del excelso intelectual y político, subyace hasta nuestros días.
Al Joaquín Balaguer, más que mentiras políticas, les inventaron muchas taras personales; una de las más socorridas, fue que era homosexual; y luego de su muerte los resultados de los aportes testimoniales de quienes vivieron su intimidad, han demostrado que el ex presidente Balaguer era tan mujeriego que, aún no terminan de aparecer todos los hijos naturales no reconocidos con diferentes mujeres, lo que demuestra la falsedad de su homosexualidad.
La diatriba calumniosa ha rodado desde la extrema izquierda, hasta la extrema derecha; pero el sector más aventajado en su práctica, es el sector liberal del centro izquierdismo; decía don Juan Bosch, que una de las acciones deleznables del PRD (ahora PRM) era que decían una falsedad en la mañana en Higüey, y a las cuatro de la tarde esa especie falsa se conocía en Dajabón con las mismas características; o sea que sabían coordinar una red de difamación sin haber conocido la era digital.
De la “oz y el martillo” tatuados en la pierna izquierda de Juan Bosch, para significar que era tan comunista que llevaba su marca en el lado izquierdo, según los rumores de los actos de reafirmación cristiana de los años 60 del siglo pasado, o el “vestido de mariquita” con que se iba a dormir el Dr. Balaguer, llegamos al nuevo siglo y ambos líderes políticos dejaron de ser opciones de poder; ahora los lenguaraces al servicio de los sectores políticos debían inventar nuevas calumnias para sus competidores.
Le toca el turno al Dr. Leonel Fernández Reina; las primeras andanadas les llegan del ex presidente Hipólito, quién para achicar el primer gobierno del presidente Fernández dijo que, era un gobiernito, donde el representante del poder ejecutivo se dedicaba a jugar muñecas en el Palacio Nacional, queriendo significar que Leonel era homosexual.
Como esto no hizo ninguna mella en la figura del Dr. Fernández Reina, se decidió tomar otro atajo, comenzando a crear dudas sobre su vida en Nueva York, donde había vivido con su hermano y su madre en sus años de niñez y adolescencia; pero hay que figurarse lo difícil que es crear un antecedente delictivo a una persona cuya edad lo mantuvo atado a los libros y a la escuela de aquel entonces, obviamente también fallaron.
Pero ahí no paró la cosa; la derrota electoral del ex presidente Mejía en el año 2004, despertaron los demonios del litoral político del Expresidente; los organismos de seguridad del Estado arrestaron en diciembre del 2004 al capitán del E.N Ernesto Quirino Paulino, y después del periplo de rigor por las instancias judiciales del país, se decidió extraditarlo hacia los Estados Unidos de Norteamérica, para que respondiera por la acusación de introducir toneladas de cocaína en ese territorio.
Al firmar esta orden de extradición, el presidente Leonel Fernández reafirmaba su deber de mantener al Estado Dominicano ajeno a la delincuencia, pero al mismo tiempo se abría un campo de lucha frontal con la administración pasada que, había permitido que los negocios del narcotráfico permearan sus instituciones.
Durante los ocho años de gobierno de la administración Fernández, la lucha contra el narcotráfico fue frontal contra los carteles, se persiguió, se apresó y se sometió a la justicia a una gran cantidad de delincuentes de esta área del delito; pero también se cosechó lo que se había plantado en la administración anterior en las instituciones armadas, un gran número de oficiales como el capitán Quirino Paulino, metidos el negocio ilícito de las drogas.
Antes de llegar al “quirinaso”, el último caso de diatriba difamatoria que trataremos en esta entrega, deberíamos dar un vistazo al tristemente famoso Junior Cápsula, pero este es tan extenso y dramático, que merece un trato especial; lo único que diremos de él, es que este delincuente puso a algunos políticos opositores en ese momento a dormir con “pampers” por temor a mojar la cama, específicamente después del asesinato del dueño de una famosa cafetería de la capital.
Leonel Fernández vuelve a derrotar a Hipólito Mejía, al ponerse al frente de la campaña electoral del Lic. Danilo Medina en el 2012; una candidatura que estuvo en un determinado momento 25 puntos porcentuales por debajo de Mejía, fue tomada por los estrategas del gobierno de Leonel Fernández y en pocos meses se convirtió en una candidatura ganadora.
Leonel salió en agosto del 2012 del gobierno, con la más alta valoración que ha podido exhibir un Jefe de Estado en el país en época alguna; pero sus enemigos internos y externos se pusieron de acuerdo para denostar y destruir su reputación, ese es el origen del “quirinaso”.
Nueva vez estaba este hombre de Estado frente al desafío de sus detractores; y nueva vez, sin temor a dudas ha repuntado como el fénix de sus cenizas.