Controversia en el PRM por contar con la Embajada de EE. UU. como ente depurador electoral para sus precandidatos

SANTO DOMINGO.- En una controvertida medida, el Partido Revolucionario Moderno (PRM) ha decidido contar con la Embajada de los Estados Unidos como ente depurador electoral para sus precandidatos, sin embargo, esta elección ha generado valoraciones negativas entre distintos sectores de la sociedad.

La coordinadora política de Participación Ciudadana (CP), Leidy Blanco, se mostró crítica ante esta decisión y expresó que las responsabilidades de depurar los candidatos recaen en los propios partidos políticos. Según Blanco, los partidos son quienes mejor conocen a sus dirigentes y deberían asumir la responsabilidad de seleccionar a los aspirantes más idóneos para representar a la ciudadanía.

"Las acciones que fortalezcan los comicios electorales son acertadas, pero filtrar candidatos es tarea de los partidos políticos. Es fundamental que las entidades partidarias presenten ante la sociedad el listado de postulantes de manera transparente para permitir una participación nacional en las depuraciones", afirmó Blanco.

Asimismo, la coordinadora de Participación Ciudadana hizo hincapié en la importancia de que la comunidad esté informada sobre los candidatos, ya que en numerosas ocasiones, los propios ciudadanos conocen información relevante sobre los aspirantes que los partidos no toman en cuenta. "Hemos sido testigos de cómo candidatos con vínculos en actividades ilícitas han sido postulados sin que la comunidad tenga voz en ello", denunció.

Ante las declaraciones de Leidy Blanco, surgieron interrogantes sobre la necesidad de que el PRM recurriera a la embajada estadounidense para el proceso de filtrado de precandidatos. Esta situación ha generado un debate sobre la independencia y autonomía de los partidos políticos para tomar decisiones cruciales en la conformación de sus cuadros electorales.

A medida que avanza el proceso político, las voces críticas siguen aumentando, y el PRM deberá enfrentar la creciente presión pública para revisar su postura sobre la inclusión de la Embajada de EE. UU. en el proceso de selección de candidatos, y considerar la posibilidad de retomar la responsabilidad directa en esta crucial etapa electoral.