SANTO DOMINGO. Los moradores del ensanche Kennedy, ubicado en el Distrito Nacional, se encuentran alarmados debido a la proliferación masiva de garrapatas en la zona. Específicamente, los residentes de la calle que lleva el mismo nombre aseguran que esta situación les ha generado preocupación, ya que las garrapatas han invadido sus viviendas, afectando sus rutinas diarias y noches de descanso.
La problemática se originó en una residencia particular donde uno de los caninos presentó una inusual enfermedad y lamentablemente falleció. Después de la muerte del animal, se desató el brote de garrapatas en el lugar, extendiéndose a las casas cercanas.
Según los testimonios de los residentes, la situación se ha vuelto insostenible, ya que las garrapatas se han multiplicado rápidamente y se adhieren a sus mascotas y objetos personales. Además, el creciente número de gatos que se aglomeran en la residencia afectada ha agravado la situación, con algunos de ellos exhibiendo heridas en estado de putrefacción, lo que incrementa el riesgo de propagación de enfermedades.
Ante esta emergencia de salud pública, los moradores hacen un llamado urgente al Ministerio de Salud Pública para que intervenga y brinde asistencia. Solicitan una fumigación y medidas de control para eliminar la plaga de garrapatas y prevenir la propagación de enfermedades transmitidas por estos parásitos.
Las garrapatas son unos parásitos que suelen habitar en zonas boscosas o de hierbas altas, pero también en dehesas y prados, especialmente donde hay ganado. Estas pueden permanecer adheridas a otros animales para alimentarse de su sangre después de producir una picadura.
En España, las hospitalizaciones por la enfermedad de Lyme, que transmiten algunos tipos de garrapatas, han aumentado un 191,8% entre 2005 y 2019, según un estudio publicado por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).
Este incremento puede explicarse porque hay una mayor presencia de garrapatas en los montes y parajes españoles, debido a los inviernos más cortos y otoños más suaves.
Además, los cambios en la distribución de las poblaciones animales y la mayor proximidad del ser humano a los hábitats rurales han contribuido a su aumento.
No obstante, el experto recalca que, a pesar de los datos, la enfermedad de Lyme continúa siendo a día de hoy “infrecuente”.
Las picaduras de las garrapatas suelen ser indoloras y solo en un pequeño porcentaje pueden ser transmisoras de infecciones como la mencionada enfermedad de Lyme o, en menor medida, la fiebre botonosa mediterránea, la fiebre de Crimea-Congo y la tularemia.
El peligro de la enfermedad de Lyme radica en que, si no se detecta y se trata en la primera fase, da paso a fases con sintomatología grave similar a la meningitis.