(EFE).- Un dominicano figura entre los nuevos detenidos como presuntos autores materiales del asesinato, ocurrido en julio pasado, de Agustín Intriago, el alcalde de Manta, la tercera ciudad más poblada de Ecuador, según informó este viernes el Ministerio del Interior.
El Ministerio del Interior anotó que esta madrugada se detuvo a los presuntos autores materiales del crimen del alcalde de Manta, en un ataque en el que también murió la futbolista Ariana Chancay.
El ministro del Interior, Juan Zapata, indicó que la Fiscalía General del Estado y la Policía Nacional, identificaron en una investigación que duró 24 días, a los presuntos autores materiales de este hecho violento, quienes estuvieron en el sitio del suceso antes, durante y después del crimen.
Los sujetos aprehendidos responden a los nombres de Luis E. y Sara C. de nacionalidad ecuatoriana, y José M. de nacionalidad dominicana.
Además, presumen que el ecuatoriano Jairo C., quien está en prisión provisional, tendría una vinculación directa con los supuestos victimarios.
El comandante general de Policía, Fausto Salinas, señaló que la Policía ejecutó un operativo con varios allanamientos bajo la coordinación de la Fiscalía, en Manta, Naranjal y Guayaquil en la Penitenciaria del Litoral (CDP), donde se detuvo a los supuestos implicadas en el asesinato.
Dentro del mismo operativo se aprehendió a otras ocho personas por el presunto delito de tráfico de armas, tráfico de sustancias sujetas a fiscalización y receptación, quienes fueron puestos a órdenes de las autoridades competentes.
Las unidades investigativas en coordinación con la Fiscalía investigan si estos sujetos tendrían relación con el asesinato del exalcalde de Manta.
Entre las evidencias halladas en los allanamientos figuran ocho chalecos antibalas, un fusil, dos granadas, más de cien cartuchos de diferentes calibres, dos alimentadoras, una pistola, cinco vehículos, que fueron retenidos para investigaciones, varios teléfonos celulares, radios de comunicación y tres tarjetas de memoria.
Intriago era uno de los alcaldes más populares del país, al haber sido reelegido en las pasadas elecciones de febrero con el 61,25 % de los votos.
El asesinato se sumó a la ola de violencia y crímenes políticos que las autoridades atribuyen al crimen organizado, ligado al narcotráfico, cuyas bandas se disputan el control territorial de la costa ecuatoriana y de sus puertos, como el de Manta, convertidos en grandes lanzaderas de cocaína hacia Europa y Estados Unidos, a través del comercio marítimo.
En esa espiral de violencia también se produjo el 9 de agosto el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, quien había puesto el foco en combatir la corrupción y las mafias del narcotráfico y que días atrás había denunciado amenazas de muerte procedentes presuntamente de Adolfo Macías «Fito», el capo de la banda criminal Los Choneros.
Ecuador vive la peor crisis de seguridad de su historia, al pasar en apenas cinco años de 5,8 a 25,62 homicidios por cada 100.000 habitantes, una cifra nunca antes vista en el país, en medio de un incremento de la fabricación de cocaína de sus vecinos Colombia y Perú, los dos máximos productores mundiales de esa droga.