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República Dominicana.-Un día como hoy todavía era imposible estimar los daños dejados por un huracán del cual se despejaba la posibilidad de que tocaría la República Dominicana…Los pronósticos fallaron y, 25 años después, se sigue contando la trágica historia.
Septiembre 22, año 1998, en horas de la tarde, Georges tomó las fuerzas que lo convirtieron en un poderoso huracán, con vientos de hasta 200 kilómetros por hora. Fue la séptima tormenta tropical, el tercer huracán y el primero de una categoría superior a 3, de la temporada de huracanes del Atlántico de ese año.
Cientos de personas murieron. El Huracán Georges también causó daños a la agricultura, al tendido eléctrico, a los acueductos, escuelas, puentes, carreteras y viviendas.
La furia de Georges inundó todo el territorio, aunque unas regiones resultaron más afectadas que otras. En el Este los impactos fueron mayores en La Romana, San Pedro de Macorís, El Seibo, provincia La Altagracia y Hato Mayor.
En el Sur, los mayores estragos provocados por el huracán Georges se concentraron en La Mesopotamia, una comunidad de San Juan de la Maguana, cuyo sector, Los Montes De Oca, fue arrasado por las embravecidas aguas del Río San Juan.
“Que tuvimos que salir de aquí y arrimarnos en la casa ajena y hemos sufrido mucho, porque cada vez que viene una cosa de esas tenemos que salir huyendo y dejarlo todo”.
Han pasado 25 años y los que como Carmen Bisonó sobrevivieron a la furia del huracán Georges, describen aquel 22 de septiembre como el día que marcó sus vidas con la mayor angustia, desesperación y lo más grave, con luto y consternación.
“Eso fue un día inolvidable, ese ciclón. Bueno, en la edad que yo tengo nunca había visto una cosa así”, contó Ana Josefa Encarnación, quien vive en El Cepillo, en Mesopotamia de San Juan de la Maguana.
Si recordar es vivir, en La Mesopotamia hay gente que no despierta aun de la pesadilla de haberlo perdido todo… hasta la vida de sus parientes.
Desde aquel 22 de septiembre, los pronósticos de lluvias y advertencias de tormentas, cunden el pánico entre los que viven en barrios próximos a los ríos San Juan, Maguana y Dajai…La experiencia fue desastrosa.
“Bueno, cada vez que llueve uno está con un ojo abierto y otro cerrado, porque uno no puede dormir; el río baja ahí mismo”, esta es la expresión de Milcíades Suero, que aquel día vio como las desbordadas aguas arrasaron con todo cuanto encontraron a su paso, en San Juan de la Maguana.
Los que sobrevivieron a la furia de Georges lo colocan en la lista de los más fuertes huracanes que han azotado al Sur del país, en las últimas décadas.
“Pasé el ciclón y salvé 14 personas arriba de la casa mía, a martirio, pasando hambre arriba de una casa. No encontrábamos que comer; no hallábamos refugio, ni nada; nos sacaron en soga”, Recuerda la señora Librada Valdez, de lo que pasó en la Mesopotamia.
Con el impacto de sus vientos y con oleajes que sobrepasaban los 12 pies de altura, el Huracán Georges también causó daños significativos a la agricultura, al tendido eléctrico, a los acueductos, escuelas, puentes, carreteras y viviendas.
“Ay ombe Dios, eso no hubo ojo, ni corazón pa´velo”, expresa doña Florinda Guzmán, quien vio como las aguas arrastraron a una amiga y vecina, que en medio de la catástrofe se devolvió a buscar una de las gallinas que criaba.
Georges fue un huracán muy destructivo y bastante intenso que alcanzó la categoría 3 en la escala de Saffir-Simpson. Este ciclón tropical tocó tierra en siete ocasiones durante su largo trayecto del mar Caribe al Golfo de México en septiembre, convirtiéndose en la segunda tormenta más destructiva de la temporada, después del Huracán Mitch y en la más costosa desde el Huracán Andrew.
El país quedó prácticamente destruido e incomunicado. En su totalidad los daños ocasionados a la economía de la nación, de acuerdo con un informe de la CEPAL, fueron calculados en un monto de 32 mil 916 millones de pesos, según un estudio publicado por Antonio Cocco Quezada y Gregorio Gutiérrez Pérez bajo el título “El huracán Georges en la República Dominicana: Efectos y lecciones aprendidas”.
El huracán tocó tierra en varios países diferentes (Antigua y Barbuda, San Cristóbal y Nieves, Haití, República Dominicana, Puerto Rico, Cuba y los Estados Unidos), más que cualquier otro huracán desde Inez en la temporada ciclónica del 1966.
Contando a partir de hoy, restan 68 días a la temporada ciclónica, con proyecciones “de una temporada ciclónica ligeramente menos activa de lo normal", de acuerdo a Gloria Ceballos, directora de la Onamet.
Sin embargo, no deja de ser el 22 de septiembre es un día de triste recordación en la República Dominicana, a partir de los embates del huracán Georges, en el año 1998, que obligó al primer Gobierno del presidente Leonel Fernández a hacer inversiones extraordinarias para la recuperación.
