Roma.–En una entrevista reciente para el libro "El Pastor: Desafíos, razones y reflexiones sobre su pontificado," el Papa Francisco reafirmó su posición sobre la imposibilidad de que las mujeres sean sacerdotes o diaconisas ordenadas en la Iglesia Católica. Además, desestimó la idea de que eliminar el celibato solucionaría la escasez de sacerdotes en diversas partes del mundo.
El Papa enfatizó que "el orden sagrado está reservado a los hombres" y señaló que las discusiones sobre si algunas mujeres en la Iglesia primitiva fueron "diaconisas" u otro tipo de colaboradoras no cambian esta realidad.
En cuanto a la posibilidad de diaconisas, el Pontífice recordó que se crearon comisiones en 2016 y 2020 para estudiar más a fondo esta cuestión. También mencionó que un estudio en la década de 1980 concluyó que el papel de las diaconisas en la Iglesia primitiva era comparable a las bendiciones de las abadesas.
Cuando se le preguntó por qué está "en contra del sacerdocio femenino," el Papa explicó que esto se debe a un problema teológico y subrayó que la mujer desempeña un papel fundamental como el espejo de la esposa de Jesús, la Iglesia.
El Papa Francisco destacó que la ordenación de mujeres no atraería necesariamente a más personas a la Iglesia y que el celibato sacerdotal opcional no resolvería el problema de la escasez de sacerdotes. En su opinión, los desafíos de la Iglesia requieren cambios paradigmáticos en lugar de simples reformas eclesiásticas.
Este enfoque del Papa refleja su perspectiva sobre cuestiones fundamentales en la Iglesia Católica y su continuo llamado a una reflexión más profunda sobre estos temas.