La ausencia de las ideologías y el estriptís de algunos políticos, en las luchas gremiales

En estos últimos días, las elecciones internas del Colegio de Abogados de la República Dominicana, han provocado múltiples titulares de prensa y comentarios de radio y televisión; en uno de esos comentarios, una señora de un matutino de los tantos que se producen en las mañanas, se preguntaba ¿Por qué los políticos tienen que meterse en las elecciones internas de los gremios?

Esto nos llevó a recordar una conferencia del profesor Juan Bosch en los años 80s del siglo pasado en el local de Sitracode, aquel famoso sindicato de trabajadores de la antigua Corporación Dominicana de Electricidad que, sepultó el Ing. Ramón Pérez Martínez (Macorix) con la anuencia del presidente Balaguer.

Decía Bosch que los partidos políticos no se podían crear para dirigir sindicatos, porque las organizaciones políticas son instrumentos que, se supone, deben aglutinar y dirigir los recursos humanos más valiosos de la sociedad, para transformar las estructuras sociales y económicas de los países.

Y que un sindicato, obedece a la necesidad de representación y defensa de los derechos de los trabajadores, dentro de las relaciones de producción de las empresas industriales o emporios económicos y comerciales. Así, apuntaló su teoría de que, la participación de los miembros de un partido político en las filas sindicales, debe obedecer a la vinculación de esa persona con el medio de producción donde labora.

Los líderes sindicales dominicanos que, protagonizan en el escenario actual, han migrado sus lealtades del lado de los trabajadores, donde deberían nacer y morir, hacia el servilismo patronal, a quienes debían enfrentar en defensa de la clase que les dio origen.

Hoy tenemos líderes sindicales que, primero tienen que asumir el traje de empresarios del ramo que representan, y luego decir de los dientes hacia fuera que representan a los trabajadores del área; por ejemplo, los jefes de sindicatos de choferes de transporte público y privado que, se resemblan en el comportamiento y la figura del célebre mafioso jefe de camioneros Jimmy Hoffa.

Y ahora que mencionamos a Jimmy Hoffa, es oportuno que nuestra amiga comentarista encuentre la respuesta a su pregunta en la vida sindical de Hoffa, y en el ejemplo del entorno nacional del senador Antonio Marte.

Cuando Jimmy Hoffa veía la noticia del asesinato del presidente Kennedy en la televisión norteamericana, uno de sus seguidores le dijo que eso era motivo de alegrarse, a lo que él contestó “no sé, pero estoy seguro de que mi persecutor Robert Kennedy, ya no será más el funcionario hermano del Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica”.

Las profesiones liberales agrupan a sus miembros en uniones y colegios; estas, con sus reglamentos limitan la práctica de sus actividades solo a las personas tituladas en la profesión en mención. Así, el Colegio Médico Dominicano, agrupa a los médicos y profesionales de la medicina; el Colegio de Abogados regula la práctica de los tribunales, sólo a los profesionales del área; y así sucesivamente en las diferentes áreas de ejercicio.

Estos tipos de gremios, no responden al sentido vertical del gremialismo sindical; este último tiene la característica de la división de clases que, define de manera clara la posición de cada uno en las relaciones de producción; la verticalidad del sindicato de trabajadores define un patrón dueño o representante de los medios de producción y un trabajador u obrero que, vende su fuerza de trabajo o su capacidad intelectual.

Los partidos políticos participan en los gremios profesionales y en los sindicatos de todos los países, por la sencilla razón de que muchos de los miembros de esos partidos, son profesionales miembros de esos gremios; y muchos trabajadores miembros de los sindicatos, son miembros y simpatizantes de los partidos políticos.

Con la desaparición de las ideologías de las luchas gremiales y sindicales, ha surgido el estriptís politiquero; donde la creencia de que la preeminencia en los gremios, garantiza un apoyo popular a las parcelas políticas; eso es lo que explica el enorme gasto del gobierno de Luis Abinader tratando de ganar o arrebatar la dirección del Colegio de Abogados de la República dominicana.

La verdad es que, el resultado de las consultas electorales del año 2024 en RD, no obedecerá al número de gremios que domine una facción electoral; obedecerá a las condiciones materiales de existencia o de vida del pueblo dominicano, ¡así de simple!