2023: Para los dominicanos un año marcado por las tragedias

SANTO DOMINGO, Cuando comenzó el año, las encuestas de opinión pública revelaban que las dominicanas y dominicanos anhelaban tener un 2023 con menos inflación y menos delincuencia, sin esperar que durante los próximos 12 meses las tragedias les traerían los momentos más amargos del diario vivir.

Todo comenzó tan temprano como en enero, cuando el 18 de ese mes colapsaba en La Vega un edificio comercial de 4 niveles, atrapando bajo los escombros seis personas.

Tras 12 horas de labores los organismos de socorro lograron rescatar cinco sobrevivientes, pero la joven Yasiris Joaquín, una empleada del negocio, vivió momentos de agonía, hasta perecer debajo de los escombros, un triste episodio que siguió con mucho pesar una gran parte de la sociedad dominicana. 

En un país que se ubica en el primer lugar entre las naciones de América con el mayor número de muertes en accidentes de tránsito por cada cien mil habitantes, las calles, carreteras y autopistas se convierten en espacios de muertes, de donde se reportaron tragedias durante todo el año.

Con el 2023 a menos de una semana para despedirse, el peor accidente del año se registró el pasado 29 de noviembre, cuando una patana cargada de cemento se abalanzó sobre un autobús cargado de pasajeros, en Quita sueno de Haina, donde mueren 14 personas y alrededor de 20 pasajeros resultan heridos.

Ya antes, en abril, dos yipetas habían colisionado en Piedra Blanca, provincia Monseñor Nouel, dejando como resultado cinco muertos, cerrando la Semana Santa con un trágico balance de 30 víctimas.

El 23 de junio, cinco muertos y 28 heridos fue el balance del vuelco en la Vega de un autobús de la empresa Transporte Espinal, y el 7de agosto trece indocumentados haitianos perdieron la vida al caer el vehículo en que viajaban en el canal de Peñuela, provincia Valverde.

A principios de septiembre la colisión de dos autobuses de pasajeros deja 9 muertos y 17 heridos en la Otra Banda, en Higuey, y el seis de octubre el vuelco de un autobús en el Bulevar Turístico del Este, en Bávaro, provincia La Altagracia, dejó cinco muertos y más de 40 turistas heridos.

A principios de noviembre del presente año, La Organización Mundial de la Salud –OMS- reportó que entre enero y octubre del 2023 murieron más de dos mil personas en República Dominicana por accidentes de tránsito, siendo la principal causa de muertes en el país, lo que algunos ya consideran como una epidemia.

El 14 de agosto fue una fecha fatal para el país, pero sobre todo para San Cristóbal, donde una explosión en una recicladora de plásticos dejó 37 muertos y más de 50 heridos, viviendas y negocios destruidos, otros averiados y millones de pesos en pérdidas.

Con el territorio dominicano colocado en el mismo trayecto del Sol, como escribió el poeta Don Pedro Mir; el país también en la trayectoria de los ciclones, el país volvió este año a ser impactados por fenómenos naturales con saldos negativos.

El 23 de agosto, la tormenta Franklin pasó por República Dominicana y dejó un balance de dos personas muertas y más de 5 mil millones de pesos en pérdidas materiales, según los cálculos preliminares de las autoridades; pero sin dudas, la tragedia más horrorosa se produjo el sábado 18 de noviembre, cuando un fenómeno atmosférico sin nombre azotó gran parte del territorio dominicano, provocando lluvias e inundaciones que dejaron como resultado más de 30 muertos, incluyendo 10 en el derrumbe parcial de las losas del paso a desnivel de la avenida 27 de Febrero con Máximo Gómez, donde se identificaron entre las víctimas cuatro puertorriqueños miembros de una misma familia. Los daños a la agricultura e infraestructuras fueron cuantiosos, calculado en principios por el gobierno en más de 8 mil millones de pesos.

Días antes, un emocionante paseo terminó en tragedia, cuando varios bañistas perdieron la vida mientras disfrutaban de las frescas aguas del Rio Fula, en Bonao, donde fueron sorprendidos por una inesperada crecida del afluente.