A ojos de buen cubero, como diría nuestro amigo mocano, quién es muy seco, sacudido y medido por buen cajón, el presidente Abinader y su PRM no tienen nada que buscar en el Cibao y la Línea Noroeste. Y es que han hecho algo irrazonable en política; pues, si quieres resultados electorales en campaña, nunca golpees los bolsillos del elector.
La otra cosa, y muy importante para Santiago de los Caballeros, es que, en el juego de la degradación social y política, se pueden conseguir muchos resultados aparentes y absurdos en base a publicidad pagada; pero, dentro de cualquier sociedad, todo aquel que hace un esfuerzo legal y honesto para ganarse el peso, rechaza rotundamente a quienes, sentados en la ilegalidad y el fraude multiplican sus fortunas.
Sin hacer hincapié en las acusaciones, los indicios señalan que una buena parte de las autoridades electas de Santiago y sus municipios, incurrieron en la ilegalidad de aceptar dinero de manos del confeso narcotraficante Miguel Gutiérrez; si, Santiago de los Caballeros fuera una sociedad banal, el senador Eduardo Estrella sería de nuevo el candidato del PRM en esa provincia.
Pero, como santigüero que conoce a sus coterráneos el senador Estrella, ni siquiera se molestó en declararse enfermo, para no presentarse; él sabe muy bien que con el lastre de Gutiérrez detrás, su provincia no le ayudará a buscar una inmunidad parlamentaria.
Santiago como centro del Cibao está ahí, con el caso del diputado más votado abierto y con 6 tumbas de abogados asesinados inexplicablemente; ¿Cuántos miembros de la red de tráfico, encabezada por el diputado han sido sometidos a la justicia?
De nuevo, nuestro mocanito amigo se soto ríe y nos dice, “usted de ese padrenuestro, no está rezando ni la mitad”, y tiene razón, desde tanta distancia solo se puede hablar por las noticias condicionadas y los indicios de la Justicia norteamericana.
Las condiciones que, el propio partido de gobierno se ha agenciado en todo el Cibao y la línea noroeste, le tienen como el ahogado, pidiendo respiración artificial. En los pueblos de la Línea, le pasarán la cuenta por los resultados económicos del cierre de la frontera; y en Bonao, Moca, La Vega y Santiago, tendrán que explicar sus nexos con el lavado de activos y el narcotráfico internacional.
Además, los cibaeños productores de pollos, se preguntan, ¿Quién le dijo al Presidente, que ellos se beneficiaban si de Brasil se importaban desde rabadillas hasta patas de pollo?
Con una realidad como esta, la única posibilidad de Abinader y su partido es que los valles del Cibao, como dicen los aguiluchos, se conviertan en los valles de la muerte electoral para el PRM y sus opciones.