Por Ramón Mercedes
NUEVA YORK.- El alto dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en esta ciudad, Carlos McCoy, comparó situaciones de la actual administración del Partido Revolucionario Moderno (PRM) como las que ocurrieron en otros gobiernos del PRD.
El presidente de Comité de Base y enlace del sector externo en la seccional neoyorkina, al referirse al enfoque certero que recientemente hiciera el exministro de Energía y Minas, Antonio Isa Conde, alertando sobre la creciente desigualdad en la RD, McCoy señala:
“Todavía está fresca en la memoria la debacle del cuatrienio de Hipólito Mejía (2000-2004) y en el de Jorge Blanco (1984)”.
“En el mandato de Hipólito se perdió la estabilidad económica y Salvador trajo una poblada de varios días con cientos de muertos en el país caribeño”, dijo McCoy.
Citó entre las coincidencias de entonces con las actuales: El alza del dólar con la consiguiente devaluación de nuestra moneda, el alto costo de la canasta familiar y el muy reducido poder adquisitivo de la población que dio lugar a que, en aquella ocasión, el gobierno se viera en la necesidad de llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que incluía más aumentos de precios, recortes en salarios y servicios sociales.
“40 años después luce como si nos estuviéramos mirándonos en el mismo espejo”, dijo.
“La situación actual parece calcada de aquel fatídico abril del siglo pasado, con la agravante en esta ocasión de que, dentro de poco, por culpa de la firma del tratado DR-CAFTA, acuerdo negociado por el PRD, hoy PRM, muchos productos extranjeros, en los que se destaca el arroz, imprescindible en nuestra mesa, entrarán a RD sin ningún tipo de gravámenes, lo que llevará a la quiebra a miles de productores nacionales ya que no podrían competir con esas grandes multinacionales”, dijo.
Advirtió que las consecuencias directas de esta acción son inimaginables.
“El arroz desaparecerá de la mesa de los dominicanos. En estos momentos el costo de la Canasta Básica Alimentaria dobla el promedio del salario mínimo, y no incluye los servicios no alimentarios, como vivienda, transporte, educación y medicinas, entre otros. La situación de la población es en extremo precaria”, asegura McCoy.
Advierte que las cuerdas económicas y sociales están muy tensas en nuestro país, y en cualquier momento pudieran reventar.
“Creemos que debemos aflojarlas un poco, es preferible tocar medio desafinado que no poder tocar en absoluto”, sentenció.