En enero del 2022, el presidente dominicano Lic. Luis Abinader, ante el desborde de la delincuencia y la criminalidad en todo el tejido social dominicano, decidió constituirse en jefe virtual de la Policía Nacional y realizar una visita de supervisión y seguimiento a las labores de la institución todos los lunes de cada semana.
Debemos recordar que, en ese momento los cuestionamientos a su proyecto de reforma policial copaban las páginas y los comentarios de los variados medios de comunicación de La Nación; las cifras multimillonarias de dinero del erario público que se disponía para asesores extranjeros, como el español Pepe Vilas, escandalizaban a la opinión pública dominicana.
Y a todo esto, ante la falta de resultados, el gobierno dominicano reaccionaba abriendo frentes de confrontación con sectores nacionales ligados de por vida a las actividades policiales, a los que culpaba del desastre en que se veía envuelto; las acusaciones de corrupción a todos los policías eran esparcidas por las personas que se estaban beneficiando de los jugosos recursos puestos en sus manos para la supuesta reforma policial.
En un intento de variar la percepción de la gente sobre los resultados de sus gestiones, la Dirección Nacional de la policía, bajo el mando del español Vila, manipulaba los índices de criminalidad, para dar a entender de que estos disminuían bajo la nueva modalidad de administración.
Pero, los tozudos hechos, desnudan todos los días la realidad que vive el pueblo dominicano; los crímenes se repiten, con características parecidas, y en una cantidad importante, estos se producen en los mismos cuarteles policiales; el médico Wazar Gómez, debe hacer una promesa y caminar desde San José de Ocoa hasta la capilla de Higuey a dar gracias a Dios y a todos los santos por estar vivo.
La comunidad de San José de Ocoa, tiene el récord nacional de asesinatos en los cuarteles policiales o en situaciones de ciudadanos con policías del gobierno de Abinader; el 10 de agosto del 2021, una patrulla policial mató al abogado Ramón Alexy Castillo, y José Gregorio Custodio es apresado en la noche del 18 de abril del 2022, y antes del amanecer ya este joven era un cadáver que sus familiares debían llorar y sepultar.
Santiago de los Caballeros, el centro de producción y comercio más importante del norte del país, se ha convertido en un tenebroso lugar, donde el sicariato no da treguas; el 24 de enero, hace apenas una semana, el joven abogado Santiago Reyes se convirtió en una estadística más, sumándose a la cifra récord de abogados asesinados en Santiago y sus alrededores.
Bueno, lamentablemente para que el crimen no sea imparcial, y no mueran solo los abogados, este 31 de enero se perfiló como el mes más sangriento de Santiago, cuando cayó abatido el Sr. Tony Batista, tío del ex jefe policial Ney Adrin Batista Almonte.
Y es que según la mayoría de los programas de comentarios de la “Ciudad Corazón”, los vínculos de los políticos del partido de gobierno con la red de narcotráfico de Miguel Gutiérrez, no han sido tocados por la “justicia independiente” que, cuando los rumores se refieren a personalidades del congreso y a funcionarios del gobierno, se tornan sordos y ciegos.
Ante la impotencia frente a la delincuencia y el crimen, el gobierno de Luis Abinader ha decidido volver a viejas prácticas que criticaba cuando era oposición; nos referimos a los asesinatos extrajudiciales; los casos colman la prensa y se olvidan muy fácil, por muy escandalosos que sean; por ejemplo, el caso del motel, con videos de 3 personas amarradas, que luego aparecen muertas en un supuesto intercambio de disparos.
Todas las capas sociales del país, viven bajo temor de ser agredidos y vejados dentro de sus propiedades y hogares; muchos sectores existen bajo el dolor de la perdida de alguno de sus valiosos hijos; la sangre no llega a secar, antes de producirse el otro asesinato.
Este gobierno le ha fallado al país; acaba de admitirlo el Presidente, al cambiar su asesor policial por otro extranjero ajeno a la sociedad dominicana; mientras, recostado en el miedo y en el dolor, al pueblo dominicano se le acaba la paciencia en esta tenebrosa espera, por la solución de Abinader.