República Dominicana.-El problema del tránsito en el Gran Santo Domingo parece ser un tema de nunca acabar, pues ya no existen las denominadas horas pico para los taponamientos en las vías, ya que estos ahora se prolongan casi por el día completo.
El frecuente toque de bocinas de los vehículos evidencia el grado de ansiedad y desesperación, que en los conductores generan los molestos tapones.
En algunos casos atribuidos a los agentes de la Dirección General de Tránsito Terrestre apostados en intersecciones donde funcionan los semáforos, en otros a la imprudencia de los conductores o la poca amplitud de las vías, el congestionamiento vehicular ya no tiene horas específicas.
Durante un recorrido por avenidas como la 27 de Febrero, la doctor Defilló, la Johnn F. kennedy, la Luperón y otras, este equipo pudo constatar como los denominados cuellos de botella, impedían a los conductores avanzar, generando retrasos en sus trayectos hacia el trabajo u otros destinos.
De acuerdo a la Dirección General de Impuestos Internos, 43.7% de los vehículos que circulan en el país transitan por las calles y avenidas del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, lo que representa 2.3 millones de vehículos.