Puerto Príncipe (Agencia EFE).- Tres misioneros estadounidenses murieron a manos de bandidos armados que atacaron un orfanato que alberga a decenas de niños en Lison 49, en Plaine, al norte de Puerto Príncipe, bajo el control de bandas armadas desde hace varios meses, confirmó este viernes la organización Misiones en Haití.
Dos de ellos son la hija y el yerno del legislador del estado estadounidense de Misuri Ben Baker, según informó este viernes el propio político a través de redes sociales.
«Mi corazón está partido en mil pedazos. Nunca había sentido este tipo de dolor», escribió en Facebook el republicano, miembro de la Cámara de Representantes local del estado.
La hija de Baker, Natalie, y su marido, Davy Lloyd, se encontraban en el país ejerciendo como misioneros cuando fueron atacados por una banda armada.
Haití vive una espiral de violencia con matanzas, ataques, violaciones y secuestros a manos de las poderosas bandas armadas, una situación agudizada desde finales de febrero pasado.
«Fueron juntos al cielo. Por favor oren por mi familia, necesitamos fuerza desesperadamente. Y oren también por la familia Lloyd. No tengo otras palabras por ahora», añadió Baker.
La noticia fue compartida a través de redes sociales por el expresidente y precandidato republicano a la presidencia Donald Trump (2017-2021).
«Dios bendiga a Davy y Natalie. Qué tragedia. Haití está totalmente fuera de control. ¡¡¡Encuentra a los asesinos AHORA!!!», escribió el republicano en Truth Social.
En marzo, el Departamento de Estado de EE.UU. emitió un aviso de viaje instando a los estadounidenses a no viajar a Haití debido a sus condiciones de seguridad «impredecibles y peligrosas».
Natalie y Davy se casaron en agosto de 2022 y se mudaron a Haití tres meses después, según la cuenta de Instagram de la joven.
En redes sociales se ve cómo trabajaban principalmente con niños haitianos para la ONG Missions in Haiti Inc., que fue fundada por los padres de Davy, David y Alicia Lloyd, en el año 2000.
El Gobierno interino de Haití anunció el pasado miércoles que prorroga siete días más el toque de queda en el departamento del Oeste, donde se encuentra la capital y donde rige también el estado de emergencia para intentar frenar la violencia.
El toque de queda acompaña al estado de emergencia prorrogado por un mes entre el 9 de mayo y el 8 de junio con el objetivo de restablecer el orden y tomar las medidas apropiadas para recuperar el control de la situación ante los altos niveles de inseguridad causados por las bandas armadas que controlan gran parte de Puerto Príncipe y otras zonas.