Al quedar el PLD en un lejano tercer puesto en las pasadas elecciones presidenciales y congresuales, este partido ha quedado en condiciones bastante limitadas para emprender un relanzamiento.
El PLD viene padeciendo un desgaste progresivo, principalmente por las acusaciones, falsas o ciertas, de la justicia dominicana. Parte del círculo inmediato del expresidente Danilo Medina ha tenido que enfrentar cargos judiciales, lo que ha incidido indefectiblemente en la credibilidad y reputación de esa entidad política.
Gradualmente, ha ido disminuyendo la incidencia del Partido de la Liberación Dominicana, en su propia membresía a todos los niveles, incluyendo dirigentes de primera línea de su Comité Político, que han decidido abandonar el partido. Concomitantemente, se ha ido reduciendo la aceptación y simpatía en el seno de la sociedad dominicana.
Revisando los adversos resultados del PLD de apenas un 10.39%, este desfavorable desempeño trae consigo una desafiante consecuencia relacionada con el acuerdo RescateRD, ya que este estableció un “apoyo del partido que obtuviera el tercer lugar al partido que alcanzara el segundo lugar” en caso de una segunda vuelta en las pasadas elecciones.
Como ocurre con las enfermedades que dejan sus secuelas, el acuerdo del apoyo del tercero al segundo “traspasa” lo estrictamente coyuntural de las pasadas elecciones. Esto significa que, al crear un “nexo”, una “vinculación” con unas reglas de juego definidas, será inevitable que ahora el PLD tenga que enfrentar una cruda realidad: primero, la pérdida total de esperanza de una recuperación en poco tiempo y, segundo, el crecimiento del sentimiento de emigrar hacia la Fuerza del Pueblo o hacia el PRM.
Según podemos observar en el proceso postelectoral, el PLD ha quedado atrapado en su tercera posición, y en lo adelante, habrá que esperar cuánto tiempo tendrá que jugar el rol de partido “bisagra”, porque con un 30% de la Fuerza del Pueblo y un 58% del PRM, el PLD tiene un espacio muy limitado para una pronta recuperación.
Hay que esperar cuáles serán los resultados de la convocatoria de un Congreso del PLD para renovar sus organismos, pero se percibe una gran “desilusión” en su matrícula. A eso hay que sumarle el conflicto en torno a la candidatura presidencial de Abel Martínez y los cuestionamientos que han surgido.
Aunque, dado el nivel tan alto de abstención, podría pensarse que una gran parte de los que se abstuvieron pertenecen al PLD. En ese caso, existe un margen más amplio de crecimiento y recuperación.
La Fuerza del Pueblo, seguramente estará con las puertas abiertas recibiendo a más miembros del PLD, y el PRM, por su parte, durante un tiempo no mirará hacia el PLD y se concentrará en su propio partido.