SANTO DOMINGO.-A propósito de que desde este domingo México hace historia al escoger una mujer como presidenta de la República, desde su primer mandatario en el 1821, Guadalupe Victoria. Sin embargo lo que en República Dominicana no se sabe es que ese país de los aztecas fue presidido durante casi dos años por un dominicano.
Se trata de Emilio Portes Gil, un abogado que gobernó de forma interina el país norteamericano desde el 1 de diciembre de 1928 hasta el 4 de febrero de 1930.
Portes Gil nació en Ciudad Victoria, en el estado de Tamaulipas, el día 3 de octubre de 1890. Descendiente directo de Simón de Portes (su abuelo), político originario de República Dominicana, quien en el primer tercio del Siglo XIX salió de nuestro país y vino se radicó Tamaulipas.
Según se narra en su biografía oficial de Wikipedia y a la que hacen referencia varios medios internacionales, el político quedó en la orfandad de padre a la edad de tres años y ante el desamparo económico en que se encontraba su familia, fue su madre (también nacida en República Dominicana) la encargada de mantenerlo y de modelarlo en su niñez. Doña Adelaida tomó el timón de la familia y para sostenerla realizó quehaceres, a veces hasta por las noches, de costurera. Contrajo matrimonio con Carmen García González en 1922.
Cuando el 17 de julio de 1928 fue asesinado el presidente electo Álvaro Obregón, Portes Gil fue designado por el Congreso para asumir provisionalmente la primera magistratura al terminar el período de Calles. Se hizo cargo del poder el [[30 de noviembre]] y, consciente de la brevedad de su interinato, afirmó que su objetivo más importante era garantizar la limpieza de la siguiente elección presidencial.
Con la presidencia de Portes Gil comenzó el período conocido como “Maximato”, pues detrás del poder se hallaba el “Jefe Máximo” de la Revolución, es decir, Plutarco Elías Calles. Durante su mandato favoreció la fundación del Partido Nacional Revolucionario (precedente del Partido Revolucionario Institucional, PRI) y puso en práctica el ideario reformista de la revolución mediante una intensa acción legislativa. Hubo de enfrentarse a la rebelión cristera, contraria a las políticas laicas; en junio de 1929 firmó un pacto con las autoridades eclesiásticas que apaciguó la situación.
La elección para suceder a Portes Gil se caracterizó por la violencia. Oficialmente se reconoció a Pascual Ortiz Rubio, con quien se pretendía conciliar las diferencias entre callistas y obregonistas. Esto ocasionó que un grupo al mando del general Gonzalo Escobar se levantara en armas. La rebelión fue sofocada y el Partido Nacional Revolucionario salió fortalecido. Portes Gil entregó el poder el 5 de febrero de 1930 y fue, más tarde, secretario de Gobernación con el presidente Pascual Ortiz Rubio y primer representante de México acreditado ante la Liga de las Naciones (1931-1932).
Vida después de la presidencia y su fallecimiento
Una vez terminada su administración, Portes Gil fue Secretario de Gobernación del Presidente Ortiz Rubio, Presidente de Cómite Ejecutivo del Partido Nacional Revolucionario, Ministro Plenipotenciario en Francia, Procurador General de la República y Secretario de Relaciones Exteriores, puestos que ejerció en diversos gobiernos, ocupando además otros cargos de relieve nacional. Visitó La vega en varias ocasiones para conocer sus familiares en el país.
Al poco tiempo de haber cumplido los 88 años de edad, fallece en la ciudad de México el 10 de diciembre de 1978.