República Dominicana.-En Fondo Negro, distrito municipal de Vicente Noble, en la provincia Barahona, hay temor de los daños que pueda causar a la agricultura el ciclón tropical Beryl.
Sin embargo, afirman que desde la construcción de la Presa de Monte Grande la producción ha caído, ya que fueron desplazados de sus tierras y aún esperan la indemnización que prometió el Gobierno.
Si bien en Fondo Negro, en el municipio Vicente Noble de la provincia Barahona, están preocupados por los efectos que pueda provocar el huracán Beryl, también es cierto que “de algunas cosas estamos preparados, porque la situación económica no está buena”.
“Estamos pendientes de lo que venga después de Dios”, dice Miguel Ángel Matos Feliz, argumentando que es “donde se está haciendo la presa Monte Grande”, y que prácticamente allá no hay nada.
“No hay nada a que metele mano; no hay agricultura, porque a uno no le han dado tierra para uno producir los frutos para uno aguantarse con la familia. No tenemos de que agarrarnos ahora mismo…no hay nada, comiendo hierro para hacer fuego ahora mismo, pasando mucha calamidad. Allá no hay ni trabajo, lo que estamos es vagando los hombres y los viejitos que iban a su conuco a buscar su racimo de plátano para comprar su pastilla, no están hallando na´, porque no hay na´.
La queja es mayor, porque de las promesas solo tienen “la casa que nos dieron, ni la tierra ni na. Nada más dicen que nos van a dar tierra, pero no han dado ni tierra, ni cuarto, ni nada, nada más promesa y promesa, pero ni cuarto, ni tierra”.
No descartan que, ante el incumplimiento del gobierno, “haya que vende la casa y desgaritarse, porque uno no hace nada con casa, si no tiene sustento para la familia”.
Catalogada como la mayor obra hidráulica del Caribe, el presidente Luis Abinader inauguró en enero la presa de Monte Grande, un embalse que tiene la capacidad de almacenar 350 millones de metros cúbicos de agua para abastecer el Acueducto Regional del Suroeste y beneficiar, de manera directa, a 450 familias de 50 comunidades de la región sur.
Con la entrada de esta gran presa, que inició su construcción hace 15 años, y fue concluida en los tres años de la gestión de Abinader, también se pondrá fin a las inundaciones que sufrían los agricultores y todas las comunidades que se encuentran ubicadas en la cuenca baja de río Yaque del Sur y se favorecerán, con la irrigación de agua, más de 350 mil tareas de tierra que están destinadas a la siembra.