En 1897 la madre de Balaguer fue embarazada y abandonada por su novio

República Dominicana.-La joven Carmen Celia Ricardo Heureaux, con apenas 19 años de edad, se vio en una situación un tanto delicada, más aun tratándose de la época, 1897, ya su padre había muerto en 1895, el coronel de la Restauración y ex gobernador de Puerto Plata, Manuel de Jesús Ricardo Lora, pero tenía la ventaja de que su primo Lilís era para ese entonces el temido presidente de la República.

A Puerto Plata, por su posición de ciudad portuaria, por donde se comercializaba toda la producción agrícola del Cibao y el Norte, había llegado un joven comerciante cubano, llamado Gustavo Borrego, el cual fue aceptado como pretendiente de la joven Carmen Celia, la cual lo aceptó de manera oficial, como su novio.

La sociedad de Puerto Plata y en especial, la familia Ricardo y Heureaux, veían con buenos ojos y compartían la felicidad de tan linda pareja, y se esperaba en cualquier momento la fecha de la boda.

Ante la seguridad de la posible boda, la joven no tomó grandes medidas, y resultó que esta quedó embarazada, pero esa no sería la sorpresa que causaría alarma. Lo grave del caso fue que el novio Gustavo Borrego se desapareció de Puerto Plata, este no aparecía ni vivo, ni muerto.

Pasaron los días y el problema crecía al punto de que ya no se podía ocultar y el señor Borrego no aparecía, ante la vergüenza y la angustia propia de esta situación, Carmen Celia se traslada a la ciudad de Monte Cristi, a ocultar sus cambios físicos propios del estado de gestación.

Ya en Monte Cristi vivía su hermano Ulises y su hermano gemelo Buenaventura, quien más luego sería el padre de Bienvenida Ricardo, la que sería esposa de Rafael Trujillo, y que sería el enlace para que su primo Joaquín Balaguer conociera a Trujillo en su boda.

Finalmente nació una hermosa niña, que se le puso por nombre Lidia Luisa, la cual se convirtió en el regalo que calmó las angustias y las penas de esta joven madre.

Los calieses de Ulises Heureaux (Lilís) pusieron al presidente al tanto del drama por el que estaba atravesando su prima, y este puso en seguida en movimiento el más efectivo aparato de espionaje jamás conocido para esa época.

La joven Carmen Celia se decidió por volver a Puerto Plata con su retoño, que como regalo de consuelo le dio la vida y todo volvió a la normalidad, excepto la situación de Gustavo Borrego, quien tenía tras de sí, el aparato más represivo de la época.

La orden que había dado Lilís, era de ejecutarlo en el mismo lugar que fuera hecho prisionero, y ante tal situación, este optó por abandonar el país, para lo cual tenía pensado salir por Samaná, vía San Francisco de Macorís, pero ahí lo estaba esperando el más cruel de los gobernadores de Lilís, el famoso Macabon.

Ante tal realidad este decidió devolverse, ya que no podría salir por ese puerto de Samaná, y a su regreso fue hecho prisionero llegando a San Francisco, y ahí mismo recibió 40 balazos. Así terminó la vida del padre de Lidia Luisa, la hermana mayor del Dr. Joaquín Balaguer.

Así lo narra en su más reciente obra en proceso de impresión Luis Acosta Moreta (Luis El Gallo), titulada: Máximo Gómez 25 parte atrás: La Casa de Balaguer.

En su libro, Luis El Gallo reseña que más luego llegó a Puerto Plata otro comerciante puertorriqueño, que se dedicaba a la exportación del tabaco que compraba entre Villa González y Navarrete. Se trataba del señor Joaquín Balaguer Lespier, este se enamoró de Carmen Celia y se la llevó con su pequeña hija y formaron una familia bajo concubinato o unión libre.

La nueva pareja, decidió formalizar su situación y luego de tener la mayoría de sus hijos, se casaron en el municipio Esperanza en 1912. Ya Joaquín, único varón, había nacido en 1906.

En el mismo matrimonio legitimaron todos sus hijos, incluyendo a Lidia Luisa, a quien se le dio el mismo trato que a todos sus hermanos de padre y madre.