República Dominicana.-El presidente de la Unión Demócrata Cristiana –UDC-, Luis –El Gallo- Acosta Moreta, consideró que el nuevo Código Penal y el tema del aborto, deben congelarse de inmediato, para ser conocidos a fondo por los legisladores que asuman el 16 de agosto.
Destacó que solo con el tratamiento a la prohibición o rechazo del aborto, se divide a la sociedad dominicana, y se gesta un ambiente donde se pierde el respeto a la vida de un ser humano, “por lo que antes de una aprobación a la carrera, debe ser estudiado a fondo”.
Afirmó que una parte considerable de los legisladores “ni siquiera se han leído el Código Penal, por lo que votan de oídos, sin conciencia y sin responsabilidad”.
Indicó que si durante meses ningún legislador se ocupó de leer los artículos del código, y más aún los referentes al aborto en sus tres causales, llama a suspicacia que ahora se esté en un conocimiento atropellado.
“El Código Penal no puede ir de relleno en sesiones que son preparadas a la carrera, donde los márgenes de respeto a las leyes son mínimos”.
Adujo que se debe preguntar en conciencia a cada diputado y senador, si está consciente de la aprobación del Código Penal, y su intento de introducir el aborto, “bajo la mascarada de las tres causales”.
Luis “El Gallo” recordó que, “desde hace años venimos hablando claro y sin pelos en la lengua, en el sentido de que no hay condiciones para conocer la despenalización del aborto, y que persistir en ese tema, es dar una puñalada trapera a nuestra sociedad”.
Advirtió que se debe tener mucho cuidado con la despenalización del aborto, porque se le infringiría una herida sangrante a nuestra comunidad religiosa.
“La República Dominicana es básicamente una sociedad cristiana, sin importar la iglesia a que se pertenezca y plantear el desconocimiento del derecho a la vida, siempre es condenable”.
Dijo que el país necesita tranquilidad, trabajo y paz, y temas controversiales, difíciles de lograr consenso, deben ser congelados hasta que se produzca un clima donde puedan ser conocidos sin herir a nadie, y sin favorecer a un segmento social determinado.