José Rafael Sosa
El cine de ficción dominicano, iniciado hace 13 años, en 2011, cuando Héctor Manuel Valdez dirigió el corto 729, rodado en montes de Punta Cana y recreando la relación de un piloto militar con indígenas que tenían directrices supraplanetarias, ha cursado una sinuosa ruta, que ahora, en 2024, encuentra su expresión más elevada con la entrega temáticamente atrevida de Aire (Leticia Tonos Paniagua).
Aire, protagonizada por Jalsen Santana (Azarías), la franco-mexicana Sophie Gaëlle Gómez (Tania) y la voz Paz Vega, realizada con el respaldo de Estudios Lántica y comprometiendo el trabajo de un técnicos y artistas que han creado el precedente y vencido el desafío de incursionar en un género de cine tan escasamente abordado, y hacerlo con la dignidad y la calidad de producción que trasluce esta pieza, es un hecho a ser reconocido y que, lo menos
La idea original de Leticia Tonos, que tomó forma de guion con el enfoque inicial de Junior Rosario, (que se perfeccionó con la intervención creativa de Rodolfo Báez) se planteaba lograr una obra cinematográfica de ficción, procurando establecer una vía de acceso a este tipo de producciones, de las cuales el cine internacional deja sentir que son presupuestalmente exigentes. Y Tonos, junto al equipo que la acompaña, lo han logrado.
Lo actoral
Para Santana y Gómez, los dos protagonistas de una historia que han de actuar solos durante hora y media, el desafío es enorme y los riesgos demasiados, pero salen airosos con una entrega en sus caracterizaciones, aportando los adecuados tonos de voz, la expresión corporal, el establecimiento de un vínculo creíble en torno al eje central que es conformado por una amalgama de factores: supervivencia, soledad, la crisis del ambiente y la trascendencia del aire. Ambos evitan el extremo de la sobreactuación y se perciben creíbles y como personajes, confiables.
Para Santana, el rol de Azarías, como contrapunto de Sophie Gaëlle Gómez (Tania) el papel es uno de los más trascendentes de su vida, comparable en importancia con su rol en De Pez en Cuando (Francisco Valdez, 2014), en el cual tiene una oportunidad de destacarse en un género tan poco apelado como la ficción.
Sophie Gaëlle Gómez (Tania) proyecta cada una de las condiciones que la moldean en este drama futurista y otorga la credibilidad y entrega. El tono de su voz se adecúa a las circunstancias intemporales del proyecto y desarrolla con fidelidad su proceso de transformación de actitudes.
La voz del complejo de Inteligencia Artificial (Vida), corre a cargo de Paz Vega, veterana actriz española que asimila el tono robótico futurista, pero que mantiene sentidas notas sentimiento, preocupación y autoritarismo.
Fotografía y Dirección de arte
Éxitos técnicos de Aire son su dirección de fotografía y de arte. La gestión de la imagen y la luz es una demostración de maestría al lograr captar ambientes y espacios dominicanos determinados y transformarlos en base se refuerzo de la historia, vinculados al futuro en defecto ambiental que presenta. Espacios monumentales nacionales se captan y proyectan regidos por la narrativa de Aire.
La dirección fotográfica es una de las hazanas visuales mejor definidas para una produccion nacional, logrando tonalidades y perfiles ambientales que se ajustan al relatorio, mientras que la dirección de arte se destaca por su cuidado al ubicar en el lugar preciso, cada elemento que se apoya visualmente la narrativa. Notable y justo el homenaje al Cine Lumiere.
Sinopsis
En el año 2147 la contaminación ambiental, producto de la Gran Guerra Química, redujo la población mundial a nivel de extinción. TANIA, una bióloga conservacionista, busca auto inseminarse con la ayuda de VIDA, un sistema de Inteligencia Artificial, pero después de la llegada de AZARIAS, un ingenioso viajero con un pasado oculto, la tensión en este ménage a trois será tan tóxica como el mundo en el que viven.
Conclusión:
Aire representa una trascendental novedad temática, de realización y de género cinematográfica, que demuestra que un género como la ficción tratada con inteligencia y dignidad, está al alcance de un país sin tradición y sin los cuantiosos recursos que supone su realización. Aire ha mostrado un método accesible para incursionar con calidad de realización y de temática trascendente, para un cine como el dominicano. El público nacional puede acudir a sus funciones en la confianza de que recibirá una entrega de arte audiovisual inusual y sorprendente.