CHICAGO.-Los socorristas no tuvieron problemas en dejar que el pasado fuera pasado, ya que ellos y sus familias se reunieron alrededor de Sosa dentro de la estación de bomberos de Engine No. 98 en Streeterville. Sosa firmó todo lo que le entregaron, incluidos un par de cheques grandes, que entregó a organizaciones benéficas locales que ayudan a los socorristas y a las familias sobrevivientes de aquellos que han caído en el cumplimiento del deber.
"Esto es increíble", dijo Danny Fortuna, presidente del Fondo de Viudas y Huérfanos del Departamento de Bomberos de Chicago. "No puedo creer que te estoy conociendo en persona, y soy fanática de los Sox".
Sosa jugó con los equipos de la ciudad de Chicago durante 16 años, 13 de ellos con los Cubs.
En mayo pasado, Sosa regresó a la ciudad por primera vez en los últimos 17 años para tener la oportunidad de convivir con la fanaticada, realizar visitas a hospitales y hablar sobre lo que Chicago significó para su carrera como pelotero.
Fortuna aceptó un cheque de 10,000 dólares de Sosa, que ayudará a la organización a continuar su trabajo de apoyo a los hijos de bomberos y paramédicos que mueren en el cumplimiento del deber y a sus viudas.
"Es genial saber que Sammy Sosa está de regreso en casa, y Sammy Sosa está aquí para ayudar a nuestra organización, y gracias una vez más", dijo Fortuna.
Sosa firmó un cheque de 10,000 dólares por separado y se lo entregó a Elizabeth French. French estuvo presente en nombre de la organización sin fines de lucro Light the Line, que cofundó después de la muerte en el cumplimiento del deber de su hija: la oficial de policía de Chicago Ella French.
"Estamos muy agradecidos con Sammy Sosa por ayudarnos con nuestra misión", dijo. "Estoy abrumada y muchas gracias. Gracias".
El oficial Carlos Yáñez, quien resultó gravemente herido mientras se desempeñaba como compañero de French, ayudó a aceptar el cheque para Light the Line.
Con la franela de los Cubs, Sosa disparó 545 cuadrangulares, remolcó 1,414 carreras y alcanzó 3,980 bases totales desde 1992 a 2004. Bateó para promedio de .284 con OPS de .928 y OPS+ de 139, ubicándose como uno de los bateadores más productivos de la década de 1990 y principios de la década del 2000.
En 1998 Sosa compartió con Mark McGwire una de las mejores historias en las Mayores, cuando ambos compitieron por el récord de cuadrangulares que estaba en ese tiempo en poder de Roger Maris con 61.
Al final, ambos superaron la marca luego de que Sosa sumó 66 vuelacercas, mientras que el entonces cañonero de los St. Louis Cardinals, McGwire, acabó con 70 vuelacercas.