En la Junta Central Electoral no se debe dar la reelección. Es ideal que se escojan nuevos miembros, con una visión diferente de cómo llevar a cabo las lejanas elecciones municipales, congresuales y presidencial.
Esos magistrados tendrán que tener un claro objetivo de lo que buscan y piensan implementar. No se puede ir a improvisar en la Junta, aunque la reelección no es el mejor camino.
En la vida pública dominicana la única reelección imposible es la presidencial, pero hasta en una junta de vecinos de un barrio olvidado, los cabecillas se retiran con la muerte.
Con unos 17 preseleccionados para designar a miembros titulares y suplentes, quiere decir que el presidente y los miembros de la JCE van por la calle del medio y nadie le puede ganar.
Habría de ver si los partidos políticos que recibieron su cuota electoral mantienen el perfil de sus candidatos. Nadie blandiendo un curriculum llega a miembro de la JCE, sino cuenta con el respaldo de un partido político.
Podría ser que todos estén de acuerdo con la reelección masiva, encabezada la nueva JCE por su presidente actual, y dos o tres miembros más.
Si se pasa revista hicieron un buen trabajo, entre bueno y excelente, pero la reelección no es aceptable para nadie, y en ocasiones es mejor tener caras nuevas. Los jueces salientes tuvieron que lidiar con los tradicionales problemas electorales, pero garantizaron que antes de la media noche tendrían un ganador.
Además, las desavenencias electorales ocurrieron fuera de las urnas, según relatan los partidos opositores. Se dio la compra de cédulas, presiones, regalos y demás zancadillas que son propia de las elecciones.
Hay temas por delante que la nueva Junta deberá organizar como son la nueva cédula, el voto electrónico y disponer de todo el andamiaje técnico y humano para garantizar las votaciones.
La tendencia en el país es la abstención. Va creciendo. Mucha gente no ve en las elecciones un sendero para escoger a sus autoridades, y prefiere darle las espaldas al recurso democrático, para que otros decidan por él.
Hoy no se justifica la abstención electoral, piedra fundamental de lucha para enfrentar el reeleccionismo de los 12 años del doctor Joaquín Balaguer.
No hay otro mecanismo democrático para llegar a un cargo electivo que las votaciones, por lo tanto es obligación de cada ciudadano respetar y cuidar el proceso.
La preparación de unas elecciones es un trabajo arduo, que lleva meses y hasta años, preparar las votaciones de unas 12 horas.
El que busca la reelección, o los que aspiran por primera vez, deben saber que sobre sus hombros descansa la democracia nacional… ¡Ay!, se me acabó la tinta.