SANTO DOMINGO.-El reputado urólogo y especialista en trasplante de riñón Octavio Cruz Pineda aclaró que el hombre que se hace un implante de pene debe estar consciente que no siempre va a tener un orgasmo cuando tenga relación sexual con su pareja.
«Yo pongo muchas prótesis de pene, porque con eso más o menos resuelve, es más difícil el tema de la incontinencia, también puse por muchos años esfínter artificiales y la verdad que la experiencia no fue buena, tuve que quitar muchos, dieron muchas complicaciones, no funcionaron también, pero los implantes sí, hay desde los implantes maleables hasta las famosas bombitas, hay una variedad, y sí, palían un poco la condición de impotencia de ese paciente», explicó el facultativo.
Sin embargo, Cruz Pineda aclaró que “el hombre que tiene un implante debe saber que no siempre va a tener un orgasmo, pero lo logra, con un poquito más o menos de esfuerzo lo logra, pero se implanta más, y eso lo discutimos hace muchos años en Europa, el tema de que usted se convierte en un objeto sexual de su pareja, pero su pareja también es importante, o sea, hay que satisfacerla hasta cierto punto».
«Usted no siempre va a logar un orgasmo, pero sí puede logar que su pareja tenga cierto nivel de satisfacción, eso hay que sumarlo, y antes de tomar decisiones así en pareja, yo siempre recomiendo que se hagan estudio psicológico, se le dé una buena terapia y se le explique bien, porque hay gente que cree que con la bombita va a acabar y no es así, no siempre, nosotros tuvimos una vez un suicidio, un paciente que se convirtió en objeto sexual de su mujer después de ponerse una prótesis, y él no sentía placer, y el tipo terminó suicidándose», advirtió el profesional de la medicina.
Insistió en que esas cosas hay que tenerlas presentes a la hora de tomar una decisión de esa naturaleza, porque hay que determinar cuál es la que mejor le conviene, la que mejor le va, económicamente cuál es la que usted necesita, qué tanto su pareja lo desea, porque si es para tener una vida loca, tampoco es la panacea, pero sí funciona.
«Porque hay mucha gente que cree que me puse una bombita y ya yo soy feliz, no, espérate, eso te resuelve, pero usted tiene que ver cuáles son sus condiciones, su calidad moral, intelectual, cuál es su nivel de satisfacción en función de lo que usted se imaginó y lo que está obteniendo, sino se le explica eso al paciente, después vienen muchas quejas y preguntas», insistió.