República Dominicana.-En el 2024 que finaliza, la economía dominicana giró alrededor de un proceso electoral sin cambios significativos, el retorno de los apagones, los ventarrones y lluvias de noviembre que destruyeron gran parte de la producción agrícola en pueblos del Cibao y, un fracasado intento de reforma tributaria.
Y aun enfrentando esos retos, los resultados preliminares proyectan una economía en crecimiento.
Concluido el proceso electoral y juramentado Luis Abinader en agosto para un segundo mandato, se aceleró el debate sobre proyecto de reforma fiscal que, introducido al Congreso Nacional, logró el milagro de unir a ricos y pobres con la llamada clase media, para repudiar la propuesta que, finalmente fracasó a golpe de cacerola.
Acorralado por los ruidosos cacerolazos y un rechazo casi total, el presidente Abinader se dirigió al país el 22 de octubre, sábado por la tarde, y en un breve discurso anunció el retiro del proyecto de reforma fiscal que días antes había enviado al Congreso Nacional, con una carga de impuestos y eliminación de exenciones a sectores productivos, en busca de recaudar 122 mil millones de pesos para hacer frente a las carencias del gobierno.
Con el fracaso de la reforma fiscal también fracasó el plan oficial para la construcción del tren metropolitano Santo Domingo-Boca Chica, que ahora se proyecta como obra para el sistema de Alianzas Público-Privadas.
Con la propuesta de reforma fiscal ya casi en el olvido, el Banco Central de la República Dominicana cierra el año casi haciendo magia con las estadísticas, y proyecta que la inflación interanual se mantendrá en el 2024 dentro del rango meta del 4% más o menos uno.
Con la inflación controlada y números positivos en el sector financiero, el turismo, transporte, sector inmobiliario, manufactura local, zonas francas y comunicaciones, la economía dominicana se coloca éste año entre las de mayor crecimiento en América Latina y el Caribe, de acuerdo a los informes del Fondo Monetario Internacional.
A ese reconocimiento hay que agregar, que la República Dominicana fue durante el 2024 sede de las reuniones anuales de gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo BID, celebradas en Punta Cana, donde se aprobaron importantes compromisos financieros para el desarrollo de la región.
Como acontecimientos importantes del 2024, en el ámbito económico, también hay que citar la batida de Impuestos Internos y la Dirección General de Aduanas en contra de los llamados negocios chinos, denunciados como grandes evasores de impuestos.
Tras alcanzar un acuerdo de pago en junio, la mayoría de los comercios chinos reabrieron sus puertas en Santiago y Santo Domingo, luego de haber sido cerrados por evasión fiscal.
En el 2024 se promulgó la ley 13-24, mediante la cual el Banreservas pasó a ser un Banco de servicios múltiples, lo que fortaleció su posición financiera dentro del sistema y su administrador general, Samuel Pereyra, pasó a ser su presidente ejecutivo, desarrollando con éxito el programa Bancarizar Es Patria, promoviendo el ingreso de nuevos clientes.
En el año que concluye, un nuevo informe de Refidomsa confirmó la existencia de petróleo en al menos cuatro cuencas de República Dominicana, pero las investigaciones no han logrado determinar la calidad del crudo, lo que limita un proceso de explotación.
El Gobierno creó por decreto la empresa minera dominicana, dependencia del Ministerio de Energía y Minas, con el objetivo de explotar los recursos mineros estratégicos, en especial las denominadas tierras raras.
Finalizando, la Junta Monetaria (JM) autorizó al BCRD a liberar unos RD$35,000 millones, equivalente a 1.75 % del requerimiento de encaje legal, para que las entidades de intermediación financiera canalicen estos recursos a nuevos préstamos para adquisición de viviendas, préstamos interinos y construcción de viviendas, a una tasa de interés anual de hasta el 10 % anual.
Días después, se autorizó al Banco Central destinar 2,000 millones de pesos de los 35,355 millones liberados del encaje legal, para préstamos productivos dirigidos a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).
Las proyecciones de las autoridades señalan que República Dominicana cerrará el 2024 con un crecimiento económico alrededor del 5%; recibirá más de once millones de turistas; la tasa de desempleo estaría por debajo del 6% y, las remesas alcanzarán los once millones de dólares.