Es difícil, casi imposible encontrar en la historia de la humanidad, un fundador de una República, de una nacionalidad que haya sido denotado, vilipendiado y perseguido tratando de disminuir su dimensión, pero su grandeza se mantiene incólume, sin mancha, sin dobleces que ha soportado el ataque de los gobernantes donde prevalecen dictadores, dictadores disfrazados de demócratas, conservadores, y el sector liberal no ha sido capaz de aprovechar el corto tiempo en que ha dirigido los destinos del país para fortalecer su figura en el pensamiento social; ese es Juan Pablo Duarte.
Entre el universo de adverso hay que mencionar un grupo de historiadores con posiciones insensatas y poco considerados emitiendo juicios apartados de la verdad; otros por intereses personales y familiares; algunos funcionarios del gobierno que además asumen posiciones cónsonas con el poder, y todos los gobiernos conservadores que mayoritariamente han dirigido los destinos del país.
Mientras el entorno del patricio, los fundadores de la Trinitaria, los que se integran después y un grupo de intelectuales del siglo XIX y el XX nunca emitieron juicios que cuestionara el ilustre patricio. Manuel A. Peña Batlle, uno de los historiadores que más ha investigado las relaciones dominico/haitiana, sus aportes son exponencial al controversial tema, al referirse al 27 de febrero dice, “fue el triunfo de los conservadores”, nada más alejado de la realidad porque fue el triunfo de Duarte y los trinitarios, los 174 febreristas convocados a la Puerta de la Misericordia proclaman una República libre e independiente como juraron el 16 de julio de 1838.
Emilio Rodríguez Demorizzi, nadie duda de los aportes realizado a la historiografía, también la documentación presentada en sus investigaciones, no solo por la cantidad de libros publicados, su vida dedicada a la búsqueda y conservación de material para el estudio, no es aventurado decir que forma parte del trípode en el rescate y difusión del pasado.
A mediado del siglo XX dice los padres de la patria deben ser “Duarte y Santana”, nada más apartado de la lógica y la sensatez que debe primar al interpretar los hechos; el primero vive en la luz, y la patria define el camino de sus desvelos, lucha, sacrificio, exilio y la renuncia a la cursilería de adolescente para dedicar el tiempo de su existencia para que la parte Este de la isla de Santo Domingo sea una nación libre e independiente con el nombre de República Dominicana.
En cambio, el segundo es el reverso de la moneda, nació en tinieblas, vive en penumbras y murió en la oscuridad. La proceridad de Duarte nadie la cuestiona, pero no sucede lo mismo con Santana, sus victorias en el campo de batalla son cuestionadas, en Azua no estuvo el 19 de marzo y el representante de Francia así lo confirma en una carta que envía al Ministro de Relaciones Exteriores.
En Las Carreras el 21 de abril de 1849 se cuestiona la dimensión de la crítica, ya el 17 Antonio Duverge había derrotado al ejército haitiano en El Número, en la primera se combate en tropas que se retiran en fuga. No se conoce una batalla donde Santana ordenara el ataque o dirija la parte operativa de la misma. Vetilio Alfau Duran, educador bien formado, mantiene una posición conservadora con el objetivo de cuestionar y disminuir la dimensión de la proceridad de Duarte.
En un artículo publicado el 25 de diciembre de 1943 dice, “El día 25 de febrero de 1844, en la noche, la gente de la Candelaria, de Margarín, de Isabelita, de San francisco, La Higuera, bajo el mando de Pedro Santana penetra en la población por el lado del cementerio y por Asomante, los haitianos se llenan de pavor; los muertos ruedan sobre las calles erizados de guijarros.
La voz potente de Món Santana, movido por compasión, grita a todo pulmón, no maten más.” Y en otro párrafo dice, “Este combate fue el verdadero bautismo de sangre de la República. Las mujeres del Seíbo prepararon los cartuchos, las balas con anticipación, Micaela del Rivero y su hija Froilana Febles iban q la vanguardia. Era la noche del 25 los jóvenes se proveyeron de anzuelos y mantarrayas para ir a pescar.
Para de esa forma salirse del pueblo y no despertar sospecha.” No se puede aceptar como verdad histórica, el papel primigenio de los sucesos del seíbo. Entre toda la juventud que se integra a la lucha por la independencia, no existe uno documentado que cuestione el liderazgo de Duarte; Juan Isidro Pérez “Si, Juan Pablo, la historia dirá que fuiste el mentor de la juventud contemporánea de la patria; que conspiraste, a la par de tus padres, por la perfección moral de toda ella; la historia dirá, que fuiste el apóstol de la libertad y la independencia de tu patria; ella dirá, que no le trazaste a tus compatriotas el ejemplo de abyección e ignominia que le dieron los que te expulsaron cual otro Arístides; y, en fin, Juan Pablo, ella dirá; que fuiste el único vocal de la Junta Central Gubernativa, que con una honradez a toda prueba, se opuso a la enajenación de la península de Samaná, cuando tus enemigos por cobardía, abyección e infamia, querían sacrificar el bien de la patria por su interés particular. La oposición a la enajenación de la península de Samaná, es el servicio más importante que se ha prestado al país.”
Pedro Alejandrino Pina “Vera’ Ud. lo que ha progresado el partido Duartista; recibe vida y movimiento de aquel patriota excelente, del moderado, fiel y valerosos Sánchez, a quien creíamos en la tumba. El señor José Contreras es un nuevo cabeza de partido Duartista. El de los afrancesado de tal modo, que solo los Alfau y D… permanecen en el. Los otros partidarios se han sumado al partido reinante. Todo lo esperan a Ud. como general en jefe para dar principio a ese grande y glorioso movimiento revolucionario que ha de dar la felicidad al pueblo dominicano.” Félix María Ruiz En la carta que envía a Federico Henríquez y Carvajal aporta para el conocimiento de varios hechos, en la que es meritorio el juramente trinitario, y dice, “En una de cuyas reuniones constituimos a Duarte jefe o presidente de nuestro club i por ende cabeza y centro de la proyectada separación.”
En otro párrafo donde demuestra no conocer de la muerte del patricio o haberla olvidado al despedirse expresa lo siguiente, “Adiós, mi bueno, mi digno amigo; consérvese en la mejor salud i prosperidad en unión de su familia, si la tiene, i reciba a buena cuenta de mi gratitud, un estrechísimo abrazo de corazón que le envía en prueba de cordial cariño y adhesión sincera, su afmo. Compatriota q. b. s. n. Tres personalidades de la época, pero no relacionado directamente con Duarte emiten sus juicios sobre la magna obra de crear una nacionalidad y una patria libre e independiente; Marcelino Menéndez y Pelayo “Don Juan Pablo Duarte fundó en 1844, la República Dominicana.
Duarte que había recibido su educación en España, antes de ser el salvador y el reconquistador de su pueblo, fue maestro de sus conciudadanos. Cuando no había escuelas ni bibliotecas, ni medio alguno de cultura, el hacía venir colección de libros que repartía entre sus amigos, y dedicándose privada y gratuitamente a la enseñanza de las matemáticas, al mismo tiempo que a la esgrima y al tiro, educaba en silencio a una generación que había de reconquistar virilmente en los campos de batallas la independencia de la patria.” Miguel Ángel Garrido “Más grande que tu ni la patria misma, iba a exclamar entusiasmado. ¡Oh! Si. M. A. G” “La dominación haitiana había corrompido el espíritu de los dominicanos. A pesar de ser innata en todo esclavo la idea de la libertad, en los esclavos de la hermosa región quisqueyana esta idea no había sacudido su conciencia.
Duarte, empero, había de soñar el ideal de la independencia. ¿Sabéis lo que es el ideal? En el campo de la filosofía de la Historia los ideales resuelven siempre las obras, porque las llevan tácitamente comprendidas. Idealizar es crear, filosóficamente considerado. Quien humaniza el ideal, prepara la sugestión universal del esfuerzo, revoluciona la época en que se profiere el ideal, acendra con el ideal las aptitudes más capacitadas para comprenderlo, y abre con el ideal nuevo cauce a las corrientes revolucionarias que al cabo rompen con las rémoras del camino y fecundizan en absoluto, con la amplitud del desbordamiento, la tierra que esterilizó la servidumbre.
El ideal engendra engendra la vida, del ideal surge la luz, por el ideal se llaman héroes y próceres, y grandes, los que fabrican redenciones. No se concibe la homérica epopeya de la revolución francesa sin el Renacimiento ideal de libertad; sin la pujanza soñadora de Wiclef, germen de las evoluciones del libre examen, y sin el ideal que atesora la palabra sugestiva de los enciclopedistas inmortales. La Trinitaria, hecha lumbre de amor y de esperanza, obedece al apóstol y le apellida jefe del movimiento separatista, cabeza visible del ejercito de la independencia que se iba realizando al conjuro de la palabra mágica, nueva, pujante y varonil del ilustre fundador.” Tres poetas de la patria escriben al 27 de Febrero; Manuel Rodríguez Objio 27 de Febrero ¡Silencio! y de rodillas sobre el nativo sueño de nuestras patrias glorias la aurora al saludar tornemos con orgullo los ojos hacia el cielo, y llenos de esperanza mirémosla brillar, ¡Aurora de mil triunfos! Que en memorable día del Conde en el baluarte su bella luz lanzó, desplega, si, tu manto sobre la Patria mía, que el tiempo del oprobio no tornara ya, no! Alumbra por doquier nuestro Pendón cruzado A la victoria unido, cubriéndola más fiel; Alumbra, si, la frente radiosa del soldado ceñida de supremo, magnifico laurel! (fragmento) Salome Ureña de Henríquez 27 de Febrero ¡Oh fecha generosa Que el patriota saluda y reverencia; en que libre flotará victoriosa la enseña de la patria independencia! En que a la voz de fama de Dios y Libertad, el fuerte acero requiriendo a la lid, que el pecho inflama, triunfar o perecer juró el guerrero. (fragmento) Josefa Perdomo 27 de Febrero Cuando con faz adusta Se alzó triunfante el despotismo haitiano, Sintió mi patria indignación tan justa, Que, por cobrar su independencia augusta, Lánzose audaz contra el feroz tirano. I al clamor furibundo de la guerra Cien héroes y otros cien se levantaron; I los profundos de la tierra Con bélicos clamores tronaron. (Fragmento) Haciendo una retrospectiva de los juicios emitidos por la intelectualidad de finales del siglo XIX y comienzo del XX sobre su considerando sobre la dimensión y grandeza de Juan pablo Duarte, frente al grupo que le adversa donde abunda el protagonismo, familiaridad y partidos políticos podemos palpar la debilidad de sus juicios. Algunos con la intención de disminuir los méritos del patricio, otros comparándolos y algunos tratando de colocar al lado para superarlo.