Ver en las redes videos donde pandillas de motoristas andan calibrando en las principales vías del país causa terror y miedo.
Esto es así porque hay de aquel que tenga un altercado con un motoristas sea para bien o para mal la vida del ciudadano corre peligro.
Sólo comentar que las muertes productos de algún accidente de tránsito han crecido día a día.
En un país donde por un simple roce de vehículos matan una persona quiere decir que andamos muy mal de la cabeza.
Si a esto agregamos que cada domingo grupos de motoristas en pandillas salen de la capital a caravanear y pasan por los peajes como bandas por su casa, entonces andamos peor.
En esos peajes hay agentes de la Digesett, miembros de la Policía Nacional, del Ejército o de cualquier cuerpo del orden y armados dejando pasar a estos pandilleros sabiendo que no tienen casco protector, documento o nada que los identifique.
Estamos en país donde se práctica la ley de la selva en cuando al tránsito se refiere.
Camioneros, motoristas, guagüeros o taxistas andan como les da la gana.
Pero lo peor es que la famosa ley de tránsito es pura basura.
Los seguros de vehículos no resuelven ningún problema.
El conductor anda desprotegido, en realidad la ley protege a los sinvergüenzas.
El que anda sin papeles manejando cualquier vehículo de motor no tiene ningún problema, puede matar, herir o atropellar y como se comporta como delincuente no tiene ningún problema.
Los que sí deben andar preocupados son los ciudadanos que cumplen con las leyes que aunque anden con sus papeles al día, las autoridades no los protegen.
La ley de tránsito tiene que ser modificada para que sancione a los que tienen varios accidentes de tránsito o aquellos que anden sin ningún documento.
Pero como esto es una selva, los bandoleros del tránsito se imponen porque el Congreso Nacional no es capaz de legislar a favor de los ciudadanos en cuanto a seguridad vial se refiere.
Si no se toman medidas urgentes para organizar el tránsito la vida de los dominicanos valdrá menos de un centavo cada día.
Mientras los encargados de organizar y penalizar a los que violan las leyes de tránsito, estén teorizando así no vamos a llegar a ningún lado.
Paradas de motoristas que no pagan impuestos impidiendo que algún vehículo se estaciones es un abuso pero con apoyo tácito de las autoridades.
Ver también a los parqueadores dueños de las calles agrediendo a todo aquel que no les paga lo que ellos piden dizque por cuidar un vehículo, lo que constituye un abuso.
Andamos mal y ningún gobierno pone el orden.