Santo Domingo, RD – Los especialistas en salud mental coincidieron este domingo en que el uso de la tecnología en la educación de los estudiantes tiene beneficios y riesgos por su uso descontrolado, que puede convertirse en un distractor perjudicial para el desarrollo académico.
La psicóloga educativa María del Carmen Calderón explicó que, cuando se usa de manera correcta, la tecnología puede ser una herramienta valiosa para el aprendizaje.
"La clave está en darle a los niños el acceso a la tecnología bajo un marco de supervisión adecuado, con actividades específicas y tiempos bien establecidos. De lo contrario, puede convertirse en un distractor que afecta su concentración y rendimiento escolar", afirmó Calderón.
De su lado, el psicólogo Milton Corniel expresó su preocupación por el impacto negativo que los dispositivos electrónicos, como tablets y teléfonos, pueden tener en los niños y adolescentes si no se utilizan con control.
Te puede interesar: INDOTEL clausura tres emisoras de radio y seis negocios de reventa de internet por operar ilegalmente
"En mi práctica profesional, he observado que muchos estudiantes están siendo distraídos por estos dispositivos, lo que interfiere en su proceso de aprendizaje. Es vital que las familias establezcan límites claros y fomenten hábitos saludables de estudio para equilibrar el uso de la tecnología con las exigencias académicas", indicó Corniel.
Ambos especialistas coinciden en que, con la orientación adecuada y el establecimiento de límites, la tecnología puede ser una herramienta poderosa para el aprendizaje. Sin embargo, recalcan que es fundamental que los padres y educadores trabajen juntos para garantizar que los niños utilicen estos dispositivos de manera responsable y productiva, evitando que se conviertan en un obstáculo para su rendimiento académico.
Los expertos en salud mental advierten que la tecnología, aunque ofrece muchas ventajas, puede tener efectos negativos si no se maneja correctamente. Por ello, es esencial que se establezcan pautas claras para su uso, asegurando que los estudiantes puedan aprovechar sus beneficios sin poner en riesgo su desarrollo académico y emocional.