El duelo que no termina: familiares de víctimas de la tragedia del Jet Set aún esperan respuestas

SANTO DOMINGO.– A más de un mes del colapso del centro de eventos nocturnos Jet Set, que dejó más de 230 muertos y decenas de heridos, familiares de las víctimas continúan visitando la zona cero, aferrados al recuerdo y con una fuerte percepción de abandono institucional.

La falta de respuestas por parte del Ministerio Público y el silencio en torno a la investigación oficial alimentan el dolor y la incertidumbre.

Francis Rodríguez, psicóloga y una de las personas que ha acompañado a dolientes durante este proceso, considera que aunque se haga justicia, eso no resolverá el vacío emocional que han dejado las pérdidas. “Cada uno es individual, el que hagan justicia o no hagan, no va a devolver lo perdido… En la normalidad hay cosas que se van a perder”, reflexionó.

El impacto emocional del suceso sigue muy presente. Bienvenido Monción, quien también acudió al lugar, afirmó que “esto es algo que tú no lo podías ni pensar. Lo bueno de nuestro país es que nos unió en el dolor”. Mientras que Amarlis Ferreira, visiblemente afectada, dijo que “cada ser humano que perdió un familiar aquí recuerda cada nombre, cada rostro”.

Sin embargo, además del proceso emocional, la exigencia de rendición de cuentas se ha vuelto un reclamo colectivo. Laura Atzel, otra visitante del lugar, expresó: “Hay muchas cosas que veo desde afuera… esta es una sociedad súper corrupta, pero bueno, ¿qué se va a hacer?”. Por su parte, Melvin Salas fue más enfático: “El Ministerio Público tiene que hacer su trabajo, es lo que espera el pueblo dominicano”.

Hasta la fecha, el Ministerio Público y la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (ONESVIE) estudian las causas del colapso del edificio. Sin embargo, no se han publicado avances sustanciales en la investigación, lo que mantiene el caso en una tensa espera.

Los familiares claman por justicia, pero también por una respuesta institucional que les permita cerrar un duelo que, para muchos, sigue abierto y doloroso.