MONTEVIDEO.- Cerró los ojos y puso punto final a un periplo que lo convierte en leyenda. “Soy consciente de que pertenezco a una generación que se está yendo, al adiós. La lucha continúa y tiene que sobrevivir”, había dicho José “Pepe” Mujica en uno de sus últimos actos políticos y en referencia a su legado. Leyenda de la política uruguaya, el expresidente murió hoy a los 89 tras una batalla contra un cáncer de esófago.
Hace justo 53 años que había creído que se le acababa la vida. Había sido detenido por cuarta vez y en aquella ocasión para ir a prisión durante larga década. Iba en bicicleta con una subametralladora israelí Uzi con 30 balas en el cargador, colgada en la espalda, y un bolso viejo en el que llevaba una granada, pan, botella de vino y una longaniza.
“La putísima madre que lo parió”, dijo “Ulpiano”, apodo guerrillero de Mujica, cuando creyó que era su final.
Pero no era el final; estuvo preso de 1972 a 1985, volvió a la calle para hacer política y subirse a los colectivos con unos carteles de “hombre sandwiche” con consignas políticas pintadas, y seguir de largo hasta llegar a ser uno de los presidentes más populares del Uruguay.
Inspirado en el comunismo de Mao, empujado por la ola revolucionaria que Cuba contagiaba en América Latina, “Pepe” Mujica se integró a la guerrilla del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), estuvo en decenas de operaciones, fue detenido, cumplió la pena y volvió a la acción, lo detuvieron de nuevo y se fugó, lo volvieron a detener y se escapó otra vez, lo volvieron a detener y luego vino el golpe de Estado de 1973 que inició una extensa dictadura. Salió en libertad en 1985, cuando volvió la democracia, y enseguida volvió al MLN-T pero para hacer política, iniciando un camino que lo llevó a la presidencia en las elecciones de 2009.
El guerrero tiene derecho a su descanso
“Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo y el guerrero tiene derecho a su descanso”. El pasado 9 de enero José Alberto Mujica Cordano (Montevideo, 1935-2025), Pepe Mujica, exguerrillero tupamaro, exdiputado, expresidente de Uruguay, se despedía así públicamente tras anunciar que la metástasis de su cáncer de esófago descubierto en 2024 había “colonizado” el hígado y que ya no iba a dar más entrevistas ni aceptar cuidados paliativos. Este martes 13 de mayo su vida tocaba a su fin definitivamente.
A sus 89 años el veterano político dejó instrucciones para ser enterrado junto a su perra Manuela en su vivienda, la chacra de Rincón del Cerro, en la periferia de Montevideo.