Santo Domingo. El reciente ajuste al artículo 113 del Código Penal, que impone penas de hasta 20 años de prisión a los motociclistas que, por imprudencia, causen accidentes con resultado de muerte, ha generado una ola de reacciones encontradas en distintos sectores del país, especialmente entre los conductores de motocicletas.
La reforma busca reducir la alta tasa de siniestros viales en los que se ven involucrados motoristas, estableciendo sanciones más severas para aquellos que incumplen las normas básicas de seguridad vial y ponen en riesgo la vida de terceros. Para algunos conductores, la medida es necesaria y oportuna.
"Es hora de que se tome en serio la vida humana. Hay motoristas que conducen sin casco, en contravía o a exceso de velocidad. Si por su irresponsabilidad muere una persona, tiene que haber una consecuencia severa", indicó Eulagio Martínez, motoconchista en la estación María Montez del Metro de Santo Domingo.
Sin embargo, no todos comparten esta visión. Varios motociclistas expresaron su preocupación por lo que consideran una sanción desproporcionada que no toma en cuenta el contexto en el que ocurren muchos accidentes.
"No estamos en contra de que se sancione la imprudencia, pero 20 años de cárcel es una pena que se equipara a la de delitos mucho más graves. Además, muchas veces los accidentes son causados por el mal estado de las vías o por la imprudencia de otros conductores", señaló Philip Alcantara,delivery de comida rápida.
El artículo reformado especifica que la pena se aplicará únicamente cuando se demuestre una imprudencia evidente por parte del conductor, lo cual genera interrogantes sobre cómo se definirá dicha imprudencia y quién la determinará.
Las autoridades han insistido en que el objetivo no es criminalizar a los motoristas, sino reducir la impunidad en casos donde se pierden vidas humanas.