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No hay dudas de que en este país cada caso se convierte en un tema viral, que no pulula solo en las redes sociales, también en los propios medios electrónicos o tradicionales, y hasta en el espectro socio-político.
El más reciente es un ejemplo de ello, siendo uno de los más sonoros de los últimos meses, en materia de señalamiento de corrupción en el país, no sólo por el hecho como tal, sino por el sector que se ve envuelto y a la vez perjudicado, como el de la salud.
Este tema ha llamado mucho la atención, y hasta ha provocado debates en importantes escenarios, debido a que involucra familias de ciertos estratos sociales, quienes han llegado al punto de conflictos internos, empresariales, de apellidos, pero también a figuras de cierto nivel político.
Este conflicto familiar consiste en que hay un matrimonio, compuesto por dos apellidos sonoros, y por suerte hasta ahora no se ha visto en peligro, pero sí ha habido inconvenientes entre miembros de cada familia, precisamente porque no quieren sus prestigios merme ante la sociedad por este hecho, recordando que hablamos de personas de abolengos, de parte y parte.
La sin razón en todo esto radica en que, diferente a otros casos similares o de notoriedad, es que todo va y ha ido en desmedro de una clase social sin acceso a un sistema de salud de calidad, que garantice ni siquiera lo normal, como una cobertura satisfactoria, tanto en los centros de salud, clínicas u hospitales, como farmacias para la adquisición de medicamentos.
Para que tenga una idea. Una de las serias informaciones dan cuenta, de que si usted está leyendo este artículo, tomando en cuenta la fecha (día, hora, mes ), pueda que usted figure, meses después, que en la citada fecha a usted le hicieron una operación de corazón abierto, siendo falso, pero figura en su seguro Senasa que le cubrió, sin usted mover un pie de donde estaba. Es de cosas a ese nivel que trata este supuesto entramado.
Lo menos pensado y lo más doloroso, es la complicidad que han salido a relucir a medidas que pasan los días. Una clase empresarial, y una clase política accionando en contra del contribuyente, del afiliado, del cumplidor con sus deberes, pero que al final no se le devuelve en servicios dignos sus derechos.
Claro, una clase empresarial, que tal como decía o llamaba el doctor Balaguer, insaciable, porque todo lo quiere, sin importar ni tener miramiento a nada ni nadie, y una clase política, que contar de pagarle o devolverle sus aportes de campaña, le permite lo que ellos decidan, incluso, jugar con la salud del desarropao.
Importante resaltar, que uno de los principios del sistema de salud de Cuba, a pesar de la situación que todos conocemos, es el acceso a la atención médica y muchos medicamentos gratuitos, garantizado para todos los ciudadanos, independientemente de su condición. Reitero, a pesar de su situación socio-política, y hasta económica.
Nuestras autoridades deben dar muestra que lo sucedido con Senasa ha sido un funesto precedente como para recurrir a lo subsanable, obviando que hay una sociedad pendiente del más ínfimo trato a este caso, en el que se mencionan médicos, clínicas, hospitales, centros de diagnósticos, farmacias, laboratorios, y un largo etcétera, que ojalá una investigación seria nos arrojara luz.
De demostrarse la veracidad de lo que hasta ahora se ha denunciado sobre el particular, estamos ante un caso de indolencia e inhumano, en virtud de la imposibilidad que se han visto muchas personas de poder abastecerse de los medicamentos que requieren para paliar su tratamiento puesto por sus médicos.
Como en otras ocasiones, cualquiera pregunta, si en este pasará lo mismo, sobre todo por lo que ya conocemos. Imperará la impunidad, el amiguismo, las relaciones, los componentes y factores de campaña, serán permisivos como hasta el momento se ha demostrado en otras circunstancias?
Estas interrogantes surgen, porque no olvidemos que don Santiago Hazím, pasado director general del Seguro Nacional de Salud, fungió como el coordinador del Sector Externo de campaña, además de ser un hombre de mucho peso, tanto en el partido como en el Gobierno mismo, aunque la justicia o Ministerio Publico independiente tiene un gran desafío.
