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SANTO DOMINGO ESTE- Las Lilas, ubicado a orillas del río Ozama, es uno de los sectores donde las inundaciones se repiten con cada aguacero. Sus habitantes aseguran que vivir allí es hacerlo en medio de la incertidumbre, sin saber cuándo el agua volverá a subir y hasta dónde llegará.
“Esto se pone peligroso cuando está lloviendo, nadie duerme y hay que sacar los muchachos”, expresó Freddy Ramírez, residente del lugar, quien asegura que solo buscan una respuesta concreta por parte de las autoridades.
Por su parte, Isabel Vásquez Jiménez contó que “tenemos el río metido entre la casa” y que en muchas ocasiones han tenido que evacuar hasta “un sitio lejísimo” para salvar sus vidas.
A estas denuncias se suman las de Álvaro Montero, quien señaló que “cuando sube el río hay que sacar todos los trastes”, y Austria Guzmán, quien lamentó que “si no hubiésemos salido de aquí, nos hubiésemos ahogado”.
Aunque la Unidad Ejecutora para la Readecuación de Barrios y Entornos realiza visitas frecuentes en la zona, los residentes aseguran que las propuestas ofrecidas no garantizan una vivienda digna.
“A mí me gustaría ser desalojado, pero con beneficio. Están dando el dinero a los inquilinos y no a los propietarios”, reclamó Ramírez.
Guzmán añadió: “Eso es lo que no queremos, pero que nos den una casita donde quiera que sea”.
Otro morador, Ramón Acosta, denunció que “hay gente aquí que le han ofrecido 300 mil pesos, pero con eso no se compra ni siquiera un solar vacío”.
Como en muchas comunidades vulnerables del país, los habitantes de Las Lilas piden un plan real de reubicación que les garantice seguridad y estabilidad, especialmente para las familias con niños, niñas y adolescentes que viven a diario bajo la amenaza del río Ozama.
