DISTRITO NACIONAL, SANTO DOMINGO.- El decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Antonio Ciriaco, advirtió que el proyecto de ley del Presupuesto General del Estado aprobado por la Cámara de Diputados profundiza el déficit fiscal y compromete cada vez más los ingresos públicos al pago de la deuda, limitando la capacidad de inversión del Gobierno.
Durante una entrevista, Ciriaco explicó que el presupuesto presenta un déficit equivalente al 3.2 % del Producto Interno Bruto (PIB), lo que obliga al Estado a buscar financiamiento adicional. “Cuando uno observa el monto del déficit de 186 mil millones de pesos, más todo lo que hay que buscar para amortizar deudas anteriores, estamos hablando de necesidades de financiamiento de más de 400 mil millones”, precisó.
El economista alertó que este escenario refuerza una estructura de pago de intereses que pesa cada vez más sobre los ingresos tributarios. Indicó que, según el presupuesto aprobado por el Congreso, solo en pago de intereses se destinará un poco más de un 4 %, un monto que incluso supera lo asignado a sectores clave como la educación. “Eso cada vez está creciendo más”, subrayó.
Ciriaco añadió que, al sumar los intereses y las amortizaciones de deudas previas, el servicio de la deuda representa alrededor del 33 % de los ingresos ordinarios del Estado dominicano. “Eso significa que por cada 100 pesos que recibe el Gobierno, 33 los destina al servicio de la deuda”, señaló, al tiempo que calificó esta situación como una “restricción sumamente importante” que reduce la capacidad de inversión pública, tanto del gobierno actual como de los futuros.
En ese sentido, sostuvo que será necesario buscar una solución estructural que permita mayor financiamiento al Estado. Recordó que se esperaba que el proyecto presupuestario incluyera algún componente de reforma fiscal, pero aclaró que el presupuesto del año 2026 “hasta ahora no asume ningún elemento de reforma”, lo que, a su juicio, mantendrá al país en una dinámica de endeudamiento continuo, especialmente en un contexto de crecimiento económico moderado.
El decano también advirtió que, con un crecimiento bajo, el coeficiente de deuda pública respecto al PIB podría incrementarse. “Tradicionalmente, cuando había un alto crecimiento, ese crecimiento licuaba gran parte de la deuda. Sin embargo, ahora eso puede revertirse”, apuntó.
No obstante, Ciriaco aclaró que los empréstitos en sí mismos no son negativos. “La deuda no es mala; eso va a depender de cómo usted la use. Usted asume un pasivo, pero si no crea un activo, claramente eso genera un proceso de insostenibilidad de la deuda pública”, afirmó, insistiendo en que los recursos obtenidos mediante endeudamiento deben destinarse a proyectos productivos.
Finalmente, el economista vinculó el debate fiscal con las metas de desarrollo a largo plazo del país. Recordó que para duplicar el PIB per cápita hacia el año 2036, de 11,200 a 22,400 dólares por persona, el país necesita crecer a un 6 % anual y alcanzar un coeficiente de inversión pública de entre 3.5 % y 4 % del PIB. “Si no tienes los recursos y el financiamiento, claramente no vas a alcanzar esa meta”, advirtió.
Ciriaco concluyó que, más allá de los indicadores del déficit, lo fundamental es definir metas claras de desarrollo, lo que —a su entender— hace inevitable algún tipo de arreglo fiscal, aunque no necesariamente una reforma profunda, para garantizar mayores recursos destinados a la inversión pública.