SANTO DOMINGO.- A pocas horas de la cena de Nochebuena, el Mercado Nuevo de la avenida Duarte presenta un panorama contrastante entre expectativas y quejas. Mientras algunos vendedores de carne de cerdo reportan buenas ventas y alta demanda, los comerciantes de pollo aseguran que el tamaño y la calidad del producto han afectado significativamente sus ventas en plena víspera navideña.
En un recorrido por el mercado se observaron versiones encontradas entre los vendedores. En el caso de la carne de cerdo, comerciantes aseguran que el producto mantiene una buena salida y genera optimismo para cerrar la jornada. Judy Hernández, vendedora de cerdo, afirmó que este sigue siendo el favorito de los consumidores. “Cerdo es lo que le gusta a la gente: pierna, costilla, chuleta, de todo. Nos va bien, esta vaina está buenísima. Que sigan viniendo, que lo importante es comer. El precio está a $125 y $130 pesos, depende de la carne”, expresó.
En la misma línea, Richard, también vendedor de cerdo, destacó el ritmo de las ventas durante el día. “La venta ha sido buena hasta el momento, porque a esta hora miré casi terminamos ya de casi 20 cerdos de esta mañana. Se está vendiendo con la costilla a $160 pesos y normal a $130”, señaló.
No obstante, otros comerciantes perciben una realidad distinta y advierten una reducción significativa en la venta de carne de cerdo, situación que atribuyen a la difícil condición económica de los sectores más vulnerables. Junior Nova, vendedor de cerdo, sostuvo que las ventas han caído drásticamente. “La venta de carne de cerdo ha bajado un 95 %, no se está vendiendo, no hay dinero para comprar. La situación está crítica ahora mismo para la masa pobre. No sé si la masa rica va a comer este año, pero los pobres son pocos los que van a comer”, afirmó.
En cuanto al pollo, los vendedores coinciden en que el panorama es aún más complicado. Aunque la libra se despacha a $90 pesos, aseguran que el principal problema radica en el tamaño del producto. “La venta va ahí entre dos; hay poco dinero, se venden cositas, pero no ha llenado la expectativa”, explicó Rumaldo Estévez, vendedor de pollo.
Diego Cueto fue más crítico al describir la situación. “No hay pollo, chiquito, crespú, caro. No hay pollo. A $90 pesos, comprado a $70 con tripa”, manifestó. Su hermano, Daniel Cueto, añadió que la falta de un producto adecuado ha afectado directamente las ganancias. “No ha llenado expectativas porque no hubo pollo suficiente y el que vino, vino que no sirve: chiquito, pollito de dos libras y media. Lo que vino fue basura; a eso no se le gana ni $1 peso”, sostuvo.
Ante este escenario, algunos clientes se ven obligados a escoger el pollo de su preferencia, protagonizando incluso discusiones en medio del ambiente del mercado, reflejo de la tensión que genera la situación del producto avícola.
Pese a los obstáculos que enfrentan, especialmente los vendedores de pollo, estos mantienen la esperanza de que las ventas aumenten en lo que resta de la jornada, a medida que se acerque la hora de la tradicional cena de Nochebuena.