República Dominicana.-Alejandro Marte, chófer de carro público, se levanta cada día a las tres y media de la madrugada, para a través del volante buscar el sustento de sus cuatro hijos y su esposa. Pero, la carestía de los precios de los combustibles hace que esta tarea le resulte cada vez difícil al humilde padre de familia, quien debe pagar mil quinientos pesos diarios por el carro que maneja, el cual se vio en la obligación de cambiar luego de entrada en vigencia de la nueva Ley de Tránsito.
Esto sin contar los mil 800 pesos de combustible que debe comprar, llegando a su casa pasadas las diez de la noche, únicamente con 400 pesos.
El mismo viacrucis diario de Alejandro Marte, lo viven otros chóferes como Yojendri Escanio, quien aumenta su inversión en combustible y disminuye sus ganancias. Peor es la situación para aquellos que desde noviembre no reciben el bono gas que entrega el Gobierno.
Las repercusiones por el alto costo de los combustibles no son exclusivas del sector transporte, sino que afecta otros renglones de la productividad nacional, como lo es el comercio.
Durante las últimas cinco semana los precios de los combustibles han experimentado significativos aumentos, colocando la gasolina premium a 224 con 90 centavos el galón, la regular a 209 con 30, el gasoil regular y el optimo a 181 con 20 y 195 con 80 respectivamente y el gas licuado de petróleo a 106 pesos con 60 centavos.