NUEVA YORK.-El organismo rector del atletismo alegó que Caster Semenya es “biológicamente un hombre” y que esta es la razón por la que debe reducir el nivel de testosterona que produce para poder competir en certámenes femeninos, de acuerdo con unos documentos publicados por primera vez por el máximo tribunal del deporte el martes.
La postura de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) en cuanto a Semenya y otras atletas que se han visto afectadas por estas nuevas regulaciones respecto a los niveles de testosterona fue revelada en el fallo de 163 páginas del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), con sede en Suiza, donde la atleta sudafricana se enfrentó a la IAAF por sus normas de hormonas sumamente polémicas en una audiencia privada que duró cinco días en febrero.
El TAS publicó algunos fragmentos de su decisión final cuando fue anunciada el mes pasado.Los documentos publicados el martes, que a pesar de que eran más completos tenían algunas partes censuradas, mostraron que la IAAF se refirió a la dos veces campeona olímpica en la prueba de 800 metros como una de varias “atletas biológicamente masculinas con identidades de género femenino”.
En declaracones ante la corte, Semenya respondió a la afirmación diciendo que ser descrita como biológicamente un hombre “duele más de lo que puedo poner en palabras”.
La atleta dijo a la corte que no podía expresar la profundidad del daño e insulto que sintió cuando la IAAF le dijo que “no soy una mujer”.
La IAAF ganó el caso presentado ante el TAS por una mayoría de 2-1 del panel de jueces, lo que le permitió implementar los límites de niveles de testosterona para Semenya y otras atletas que el organismo alega nacieron con patrones típicos de cromosomas masculinos.
Por lo menos otras dos atletas, Francine Niyonsaba de Burundi y Margaret Wambui de Kenia, han dicho que también se vieron afectadas por las nuevas normas. Ellas también han arremetido contra las regulaciones y criticado a la IAAF.
Semenya, que ha sido identificada legalmente como mujer durante toda su vida, apeló el veredicto del TAS en el máximo tribunal de Suiza bajo motivos de derechos humanos.
Afectadas. Por lo menos, otras dos atletas, Francine Niyonsaba de Burundi y Margaret Wambui de Kenia, han dicho que también se vieron afectadas por las nuevas normas. Ellas también han arremetido contra las regulaciones y criticado a la IAAF.