El refranero popular suele decir que no hay mal que por bien no venga.
El Ministerio de Salud Pública se ha animado a anunciar un protocolo para establecer el nivel de grasa que puede ser movilizado de un cuerpo humano en los procedimientos estéticos.
La disposición la inspira la profusión que se ha dado en las redes y medios de comunicación tradicional a un lamentable caso de una paciente que murió por una embolia producida a partir de un coagulo graso.
Alguien pudiera decir que todo esto es solo pose y pudiera preguntarse qué protocolo se sigue frente a las escandalosas estadísticas de muerte materno infantil, de las mas altas de la región.
Pudiera decirse lo mismo de los que mueren en los centros públicos de salud por las mas variadas razones, pero nosotros queremos celebrar el hecho cierto de que el Ministerio escucha y reacciona frente a las observaciones o a las presiones.
Que bueno que atenderemos y evaluaremos regularmente las condiciones en que operan los establecimientos registrados como prestadores de servicios de salud.
Que atinado es prestar atención a lo de la habilitación de estos centros.
En hora buena al Ministerio de Salud Pública.