Santo Domingo. – La Guerra de la Restauración fue llevada a cabo en Santo Domingo (Parte Occidental de la Isla La Hispaniola) desde 1863 hasta 1865 entre los dominicanos y España, que el conservadurismo dominicano había invitado de nuevo a tomar posesión del país, 19 años después de la Guerra de Independencia contra la República de Haití y 42 años después de que los habitantes de la parte oriental se declararan independientes de España.
El conflicto terminó con una victoria dominicana, debido a la retirada de las tropas españolas tras las Cortes ordenar su repliegue, ya que los costes de la guerra eran muy altos y no necesitaban el territorio.
En 1861, el general Pedro Santana había arrebatado la presidencia a Buenaventura Báez, quien había quebrado la Tesorería de la Nación con grandes ganancias para sí mismo, y frente a una crisis económica, así como a la posibilidad de un nuevo ataque de Haití, por lo que Santana pidió a España que retomara el control de su antigua posesión bajo la categoría de provincia, con tan solo 17 años de independencia.
El 18 de marzo de 1861, se anunció la anexión, y Santana se convirtió en gobernador general de la recién creada jurisdicción.
Sin embargo, este acto no fue bien recibido por todos y el 2 de mayo, el general José Contreras lideró una fallida rebelión, y Francisco del Rosario Sánchez encabezó una invasión desde Haití (cuyo gobierno aunque oficialmente neutral, le preocupaba que España afianzase su poder en la zona), pero fue capturado y ejecutado el 4 de julio de 1861.
Eventualmente, Santana renunciaría a su cargo en enero de 1862 tras sostener diferencias con las autoridades españolas en Cuba que limitaron su poder y que destituyeron a sus amistades para colocar a peninsulares en los cargos de poder.
Mientras tanto, España había emitido una orden real en enero de 1862 declarando su intención de recuperar los territorios que Toussaint Louverture había tomado por Haití en 1794 y en un intento de sofocar los disturbios en la región dominicana, las tropas españolas habían desalojado a los haitianos que vivían en estas áreas a lo largo de la frontera haitiano-dominicana, es por ello que el presidente haitiano, Frabre Gefrard renunció a su posición de neutralidad y empezó a ayudar a los rebeldes dominicanos.
Aunque muchas ciudades dominicanas y la agricultura en todo el país fueron destruidas (a excepción del tabaco) durante la Guerra de Restauración, ésta trajo un nuevo nivel de orgullo nacional a la República Dominicana; la victoria dominicana también le demostró a los cubanos y puertorriqueños que España podía ser derrotada y por otro lado, en la política local, el liderazgo durante la guerra se concentró en las manos de pocos caudillos regionales, quienes podían ordenar la lealtad de las regiones.
El 16 de agosto se conmemora un día de fiesta nacional en el país, un día en el que los enemigos hicieron las paces, para eliminar una amenaza mayor que destruiría años de lucha y todo un movimiento independentista, además de que la muerte de quienes lucharon por la Independencia, no podía ser en vano.
El 16 de agosto es, además, el día en que el presidente dominicano es juramentado en su cargo, cada cuatro años.