Muchos años atrás, Don Juan Bosch usaba ríspidos ataques contra líderes que lo adversaban, cuando los voceros de estos le atacaban o le denostaban; y muchas veces, cuando era cuestionado por sus embestidas contra esos líderes contestaba diciendo, “es que cuando el perro ladra, se castiga al amo”.
Esa misma lógica, la usaremos en lo adelante para responder los denuestos, los epítetos y las calumnias sobre nuestros señalamientos políticos en estos garabatos que nos inspiran nuestras reflexiones semanales; esta vez, respondemos con algunos pantallazos de procesos pasados.
El afortunado señor de los decretos, Lic. Félix Jiménez, no siempre fue “danilista”; en una ocasión se le ocurrió que podía ser candidato a síndico por el Distrito Nacional y quedó en un lejano tercer lugar; en 1998 quiso competir por la candidatura presidencial y cuando vio lo desprovisto de apoyo que estaba se retiró, no sin antes emprenderla contra su jefe de hoy.
No creemos que el Presidente Medina haya olvidado aquella conminación: “Danilo, yo no sé quién te ha hecho creer a ti que puedes ser presidente, si tu ni siguiera sabes decir un discurso”; la respuesta de Medina fue, “aprenderé Felucho, aprenderé”. Fueron aquellas las primarias donde Danilo Medina se impuso al Dr. Fernández Mirabal, se dice que con malas artes.
En realidad, cada una de las campañas electorales que el Presidente Medina ha protagonizado, ha dejado la certeza de que el hombre no domina la palabra hablada; escuchamos al fenecido César Medina, elogiarlo después de un discurso ante la ONU, no por el contenido de la ponencia, sino por sus avances en el dominio de sus discursos públicos.
La campaña para el certamen de mayo del 2012, nos recuerda un estribillo que dudamos fuera aprobado por Joao Santana, porque se sentía de mal gusto y proyectaba una imagen de Jack el destripador en el entonces candidato presidencial, con aquello de que: “A la corrupción, la atacaremos de manera despiadada; la golpearemos por la cabeza, la golpearemos por la espalda, la golpearemos por el estómago, hasta arrancarle las entrañas”.
Eso mismo lo repetía cuando se refería a males sociales, como el crimen organizado, y al incremento de la criminalidad en el territorio nacional. Por cierto, no creemos que si el Presidente osara escuchar aquellas promesas de sus horribles discursos, pudiera ni medianamente sentirse orgulloso de los resultados.
La corrupción ha hecho trizas aquellas promesas vacías; el crimen organizado ha copado incluso muchas instancias del Estado; y la inseguridad ciudadana se ha multiplicado por un índice de 2 dígitos en estos últimos 7 años; la población vive temerosa de salir a las calles por la noche, o visitar colmados, en los que puedan coincidir con el próximo asalto.
Ah! Y en cuanto a corrupción, a este gobierno le quedan solo unos meses para completar su cuota; preparémonos para observar los próximos escándalos; la certeza de que esa maquinaria saldrá del poder, invadirá con miedo y desesperación a todo el funcionariado estatal, y se podría repetir el saqueo indiscriminado de los bienes del Estado.
El último pantallazo de hoy podría ser Punta Catalina; con la que según los discursos de Medina, se terminarían los apagones, pero estos siguen su agitado curso; y se crea una comisión para venderla por cheles. ¿Por qué no les dicen al pueblo que está pasando ahí?.