Me repetía un amigo recientemente la popular frase de que nunca los tiempos pasados serán mejores.
Le respondí que eso depende de los resultados de cada tiempo y de la interpretación de cada persona de cuales etapas de sus vidas han sido mejores o peores.
Los cierto es que la realidad lo impone todo porque tener salud, dinero y amor es una trilogía que a todos agrada.
Por el contrario estar preso, enfermo o sin trabajo aleja hasta a los mejores amigos, al menos la realidad dice eso.
Sin embargo, lo importante es estar vivo y en salud aunque haya escases de dinero. Lo importante es estar caminando dicen los más optimistas.
En lo que tiene que ver con nuestro país, las cosas van avanzando no tanto como dicen los políticos y gobernantes pero se siente el crecimiento económico y la dinámica de las actividades diarias así lo dicen.
Estamos finalizando un año y comenzando otro, hay que ser optimista, seguir trabajando dentro de lo que se puede para lograr los objetivos que nos proponemos que siempre serán el progreso que aunque debe ser colectivo la gente lo toma por lo individual.
No soy partidario de que la mala distribución de las riquezas es lo que promueve la pobreza o delincuencia, creo que la gente tiene ahora más posibilidades de obtener cosas materiales o espirituales que tiempos pasados.
Lo dicen nuestras vías saturadas de vehículos de todas marcas, la construcción de viviendas a bajos costos pero sobre todo las universidades y negocios por cuenta propia que se pueden observar.
Los empleos son más, los profesionales cada día abundan, aunque también la criminalidad crece sin que haya un plan de control por parte de las autoridades oficiales.
En ese aspecto el gobierno debe actualizar sus funcionarios, colocar en sus instituciones gente joven con más perspectiva de futuro que dé pasado.
Personas que por tener abolengo político partidario tienen hasta 20 años en las estructuras del Estado ya no aportan sólo engordan sus bolsillos, no piensan en los demás pero si en ellos y sus cercanos.
Se han ido colocando dirigentes administrativos consecuentes con la realidad pero hace falta más, estamos en el siglo 21, por lo que hay que salir del desfase a la modernidad y el Presidente Medina lo sabe.