SANTO DOMINGO, RD.- El presidente Luis Abinader se definió este jueves como un católico devoto y lamentó que debido a la pandemia del coronavirus el día de la Virgen de la Altagracia no se pueda conmemorar como de costumbre, señalando que es la primera vez en 50 años que no hay actividad en la Basílica de Higuey, lo que refleja la difícil situación por la que atraviesa el país.
“A mí me parecía que yo vine a gobernar como si estuviese en la caja de bateo y antes de ir a batear el bate tiene tres pesas”, dijo el presidente Luis Abinader al pronunciar unas breves palabras durante una misa realizada en la capilla San Rafael del Palacio Nacional, donde pidió a Dios y la virgen que si se equivoca les ayuden a poder rectificar.
“Yo creo que esa es una de las actitudes que no solo debe tener un gobernante sino también que debe tener un país”, agregó.
Abinader recordó que desde hace diez años tiene la costumbre de ir a Higuey junto a su esposa Raquel Arbaje cada 21 de enero, porque ambos tienen devoción por la Virgen de la Altagracia.
El mandatario pidió a Dios que le ayude a seguir trabajando para que el país pueda tener la vacuna contra el coronavirus lo antes posible.
“Este 21 de enero que me toma en esta situación, lo que le pido a Dios y a la Virgen es que nos ayude a seguir trabajando a seguir trabajando para que junto con todos los organismos internacionales, con toda la logística, con toda la solidaridad internacional y con todos los esfuerzos que está haciendo este Gobierno poder tener la vacuna lo antes posible y mientras tanto cuidarnos y especialmente, nuestras personas de mayor edad que son los que más pueden sufrir si adquieren esta terrible pandemia que realmente ha afectado tanto”, manifestó el mandatario.
Abinader Invitó los dominicanos a continuar siendo un pueblo amable y expresivo, solidario pero sin dejar de cuidarse ante el coronavirus.