Quito, 20 feb (Prensa Latina) Con el fin del conteo de sufragios cerró en Ecuador una etapa complicada de la primera vuelta de elecciones generales, que hoy mantiene al país en la mira nacional e internacional.
Numerosos problemas registró el proceso comicial, desde la inscripción de los binomios presidenciales y aspirantes a puestos en la Asamblea Nacional y el Parlamento Andino.
La jornada de sufragios del pasado 7 de febrero fue atípica, por estar enmarcada en el contexto de la emergencia sanitaria que vive el país por la propagación de la Covid-19 y estuvo caracterizada por una participación masiva, largas filas y demora de horas para llegar a las mesas electorales y aglomeraciones, ampliamente criticadas por la población.
Al cierre de las urnas, comenzó el escrutinio que contrario a lo esperado por muchos, tomó más tiempo, pues demoró 12 días y mantuvo en vilo a organizaciones políticas participantes, contendientes y a expertos en temas electorales.
Pese a rumores de un probable alto nivel de ausentismo y abstencionismo, de los 13 millones 99 mil 150 ciudadanos convocados a las justas, 10 millones 613 mil 40 acudieron al llamado, para el 80,97 por ciento del total.
De acuerdo con los datos oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE), el ausentismo fue del 19,03 por ciento, los votos en blanco representaron 3,10 puntos porcentuales y los nulos 9,55.
El ganador indiscutible resultó Andrés Arauz, candidato presidencial del movimiento progresista Unión por la Esperanza (UNES), quien logró 32,72 por ciento de los votos, lo cual implicó la aceptación de tres millones 32 mil 906 sufragantes.
La victoria del binomio de UNES, completado por Carlos Rabascall, le aseguró el paso al balotaje desde la primera jornada de cómputo, pero los problemas principales estuvieron en la lucha por el segundo puesto, entre Guillermo Lasso, del centro-derechista CREO y Yaku Pérez, por Pachakutik, brazo político del movimiento indígena.
Al cierre del conteo, Lasso terminó con 19,74 por ciento y Pérez llegó al 19,38, resultado con el cual no estuvo de acuerdo, pues inicialmente, el propio CNE en su escrutinio rápido lo dio como ganador de la segunda posición.
La lista de las 16 duplas la continuó Xavier Hervas, de Izquierda Democrática, quien pese a ser un perfecto desconocido en la política ecuatoriana, convenció con su propuesta al 15,68 por ciento de la población votante, mientras que el resto osciló entre 2,08 y 0,21 puntos porcentuales.
En medio del cómputo, Pachakutik denunció fraude para afectar la aceptación de Pérez y tras un fallido pedido de recuento de sufragios en 17 de las 24 provincias, representantes de pueblos y nacionalidades indígenas iniciaron una movilización el pasado 18 de febrero, con previsiones de llegar a Quito el venidero 23, en demanda de revisión de todos los votos.
La nueva etapa electoral es el camino hacia la segunda vuelta, prevista el 11 de abril próximo, que estará precedida por una fase de impugnaciones por parte de las fuerzas políticas y la posterior campaña entre los dos contrincantes.
Sobre lo que se avecina, la presidenta del CNE, Diana Atamaint, advirtió: 'No existen circunstancias para no cumplir con las fechas de posesión de las nuevas autoridades. Con los equipos técnicos ya estamos preparando la segunda vuelta, fortaleciendo mecanismos de capacitación a MJRV y protocolos de bioseguridad para que los Bandera de Ecuador sufraguen con confianza'.
Por otra parte, están listos los 137 puestos de la Asamblea Nacional, que estará encabezada por UNES (32,21 por ciento de papeletas) y seguida por Pachakutik (16,81) e Izquierda Democrática (11,98), las tres organizaciones políticas con programas progresistas en la pugna electoral.
EL resto de los curules quedó distribuido entre Partido Social Cristiano (9,73 por ciento), CREO (9,65), Honestidad (3,66), Alianza PAIS (2,77) y Ecuatoriano Unido (2,08), mientras que el resto de los participantes tienen entre 1,93 y 0,47 por ciento de representación en el legislativo.
UNES, Pachakutik, Izquierda Democrática, Partido Social Cristiano y CREO, también alcanzaron el mayor respaldo, en ese orden, para el Parlamento Andino.