REPÚBLICA DOMINICANA.-La contaminación y el hedor producidos por las aguas residuales que emanan de una cañada, mantiene desesperados a los residentes en el barrio La Chorrera, ubicado entre las calles Progreso y Francisco Prats Ramírez, del sector Manganagua.
La basura y las aguas negras hoy cubren lo que en el 2012 fue convertido en Plaza por el entonces alcalde Roberto Salcedo, bautizado como La Chorrera por ser una hondonada cuyas cavernas inundaban las casas cercanas cada vez que llovía.
Luego de algún tiempo de sosiego, los residentes en el referido barrio del sector Manganagua en el Distrito Nacional, han vuelto sufrir no sólo por las inundaciones, sino también por el peligro que representan las aguas contaminadas que los bordean.
"Hay una segunda etapa que se le dio continuidad y aquí los trabajos no se le da seguimiento, aquí llueve y las casas de una vez cogen agua", dijo Leonel Vásquez, residente en el referido sector capitalino.
En la Plaza la Chorrera, remozada en el 2019 por el exalcalde David Collado, existían unas cavernas o fosas naturales que fueron reutilizadas y convertidas en red de filtrantes, adonde irán a parar las aguas pluviales, pero que por falta de mantenimiento se han tapado, obligando a los vecinos a hacer excavaciones provisionales para evitar ser ahogados por las heces fecales qué brotan de la cañada.
"Esos filtrantes dizque lo desfondaron y esos filtrantes no jalan el agua y después se sale eso de todas las necesidades que la gente hace, tuvimos que abrir este hoyo y aquel, y ese también para que eso no nos ahogue", narró Vidal Peralta, mientras señalaba las excavaciones improvisadas que hizo junto a sus vecinos.
Además de los mosquitos y las enfermedades de la piel y respiratorias, que aseguran los residentes ha provocado la situación de insalubridad, el mal olor también afecta a los negocios cercanos, cuya clientela ha ido mermando.
Además de solicitar de la Alcaldía del Distrito Nacional, una solución urgente, al asegurar que no ha dado el debido seguimiento a la cañada convertida en plaza, los afectados al Ministerio de Salud Pública intervenir el lugar a fin de evitar enfermedades, sobre todo en niños y personas de la tercera edad.