En la actividad política, el impacto de los aciertos es muy breve, y más cuando no hay una estructura para difundirlos y mantenerlos en la palestra pública. Es así que notamos como al presidente Abinader sus aciertos no le duran, y sus desaciertos lo arrinconan poniéndolo en una dramática situación defensiva.
El precio de los combustibles, fue una filosa espada que usó el PRM y su equipo electoral para mantener un ataque constante contra el anterior gobierno y sus candidaturas, se ha vuelto el hándicap de este gobierno; el Lic. Ito Bisonó ahora no aparece para explicar porque falló la formulita; algo muy simple para el desengañado elector dominicano, “una cosa es con violín, y otra cosa es con guitarra.”
El gobierno se encamina a los dos años, y los pocos departamentos que el Presidente ha confiado a los “Wawawao”, se han convertido en mesas de escándalo al poco tiempo; ahí tenemos, La Lotería, y ahora el Inabie para completar, sin olvidar el Ministerio de la Juventud, y los otros escarceos.
El PRM-PRD conduce un gobierno a la defensiva, a tal punto que el Ejecutivo Luis Abinader, pierde la paciencia y la compostura frente a los medios de comunicación. Es tan obvia la desventaja del partido de gobierno, que una figura de trascendencia como doña Milagros Ortiz se ha atrevido a postular sobre bajar el porcentaje para ganar las elecciones en primera vuelta.
En otro orden, sabemos que la acera del frente está compartida; con una notable desventaja para el PLD del danilato; el cual, como era de esperarse ante la andanada de sometimientos judiciales y reclusiones, decidió reavivar lo que queda del partido, azuzando las pretensiones internas por la candidatura presidencial para el 2024.
Muy a tiempo, para revelar sus intenciones y tratar de solucionar los problemas internos con antelación frente a la consulta que se aproxima, el conclave “danilicio”, decidió tomar partido por una precandidatura; Margarita Cedeño ha sido señalada por el mandamás del PLD.
Bueno, aquí se plantea un escenario muy parecido al que conocimos en el 2019; el danilato, ahora sin gobierno frente a los demás precandidatos de ese partido. Los objetivos a largo alcance de Danilo Medina, no merecen ser discutidos ahora; hay que esperar, los resultados internos que provocará este paso en el viejo partido.
Que un desenlace, no descartable puede ser una nueva división; pero no pongamos la carreta delante de los bueyes, esperemos. En el otro extremo de esa acera opositora, está la Fuerza del Pueblo, con su león desafiante; en una de sus manos, tiene un sifón drenando al viejo PLD; y en la otra, un bate calibre 34 acechando los lanzamientos del presidente Abinader.
Dentro del convulso panorama nacional, la posición de La Fuerza del Pueblo es la más ventajosa; es una agrupación en crecimiento constante, no acusa enfrentamientos internos, porque tiene un activo y candidato definido y se alimenta de las discrepancias del viejo partido y de las metidas de patas constantes del gobierno.
Falta mucho para el 2024, hay mediciones, pero nadie las publica; unos porque no quieren alarmar y otros porque denotarían sus preocupaciones; las mediciones que se hacen en las redes, son apasionadas y sin métodos científicos, no se debe confiar en ellas, más allá del método propagandístico.
El parco está fresco y despejado; porque en el deporte político dominicano, todos quieren ser jugadores de campo corto; por esa razón, les invitamos a relajarse, a observar y …a esperar.