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  • Por: Máximo Manuel Pérez
  • lunes 19 septiembre, 2022

En poco más de dos años, Abinader ha debido lidiar contra factores externos para mantener estabilidad económica y social

Al presidente Luis Abinader le ha tocado gobernar al país en medio de una secuela de dificultades que han amenazado y gravitado contra Republica Dominicana.


Sin embargo, pese a esas dificultades, casi en su totalidad causadas por factores y situaciones externas, el mandatario ha logrado atenuar sus efectos y mantener al país a toda marcha.


Abinader tiene a la fecha 764 días (dos años, un mes y cuatro días) dirigiendo los destinos de la República Dominicana como su presidente y durante este periodo ha tenido que hacer frente a una serie de retos para mantener a flote el país en aspectos relacionados con la economía, económico, la salud, seguridad alimentaria, servicios públicos, asistencia social extraordinaria y las relaciones internacionales.


La principal amenaza a su gestión de gobierno lo constituyo la pandemia del COVID-19, situación que impacto a todo el mundo y que enfrento de manera tal que mereció un reconocimiento a nivel mundial a través de la OMS.


Contrario a otras naciones, en República Dominicana la pandemia no causo desabastecimiento de alimentos y la oportuna aplicación de las vacunas evito mayores niveles de contagio, muertes y además permitió la recuperación económica y productiva en menores tiempos.


Las alzas desorbitadas en las materias primas importadas no impactaron en la misma proporción los precios de los alimentos y benes de consumo a nivel nacional.


La canasta básica se ha mantenido en niveles aceptables, con felación a otras naciones impactadas en igual proporción. Mientras que los retrasos en los fletes con productos y materias primas como la soya, trigo, maíz, y el gas natural, entre otros, también fueron otra gran amenaza contra el país.


A esas situaciones se ha sumado la repercusión de una de las más graves crisis de Haití, con consecuencias directas en la República Dominicana tras el asesinato de su presidente Jovenel Moïse.


Las relaciones diplomáticas entre Republica Dominicana y Haití están en un punto muerto debido a que el país tuvo que evacuar su personal diplomático y consular y cerrar sus misiones ante los desordenes y caos a que ha sido sometido el vecino país por bandas criminales que se disputan el control total de esa nación.


Incluso, el mandatario dominicano se vio precisado a prohibir la entrada al país del ex canciller haitiano Claude Joseph y un grupo de seguidores por su vinculación a las pandillas haitianas.


Las dificultades del vecino se complicaron a un más tras un terremoto que dejó a miles de haitianos a la indigencia, a esto se ha sumado el apoderamiento de territorios por parte de bandas y secuestradores y últimamente la escasez de combustibles, que ha llegado a afectado hasta a los hospitales. El Gobierno dominicano se vio precisado a reforzar la frontera con más de 10,000 soldados en medio de una gran tensión en ambas naciones.


Desde antes de estos sucesos, Haití sigue siendo es el principal problema para el Gobierno y la República Dominicana siempre.


El mandatario también dispuso la revisión del plan nacional de regulación de extranjero que se aplicó a esos ciudadanos durante el último periodo presidencial de Danilo Medina (2016-2020).


Empero se ha mantenido la asistencia médica a los haitianos ilegales que tengan una emergencia médica y suspendió indefinidamente el visado para estudiantes de ese país.
Pese a la crítica situación a nivel económico que se está registrando como consecuencia del COVID-19, el país ha dado muestra de que se recupera y el Banco Central ha resaltado un crecimiento en relacional año anterior.


El país avanza en la producción de alimentos, ya que produce más del 80 % de lo que consume y para alimentar millones de turistas.


Otra amenaza externa ha sido la guerra entre Rusia y Urania, que afecto el abastecimiento granos y otros insumos, además de provocar incremento y retrasos en los fletes marítimos.
Esa situación ha provocado un incremento de precios y desabastecimiento a nivel mundial, debido a que el transporte marítimo ha aumentado su costo de US$2,000 a US$14,000.


Además del problema con los fletes inciden en las alzas de precios la mano de obra y el transporte, éste último sector tiene que ver con el aumento de los combustibles, lo cual pasa por el incremento del petróleo.


Según el índice de precios de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), los alimentos subieron a su tasa mensual más rápida en más de una década por efecto de la pandemia.


Y, como i fuer poco, este lunes el presidente Luis Abinader declaro en estado de emergencia las provincias La Altagracia, La Romana, El Seibo, Samaná, Hato Mayor, María Trinidad Sánchez, Duarte y Monte Plata por los efectos ldel huracán Fiona.


Al mismo tiempo dispuso mediante decreto nuevos procedimientos de compras de emergencias para enfrentar los daños ocasionados por el citado huracán en esas provincias.

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