República Dominicana-El cambio de fecha para la celebración del Día del Trabajador ha generado descontento entre algunos comerciantes, específicamente vendedores informales, quienes aseguran que el lunes es el mejor día de la semana para comercializar sus productos.
"Para los que tienen un empleo fijo eso está bien, pero para los que se ganan la vida vendiendo en la calle, eso es una pérdida’’, expresó Santo Soriano Figueroa, al ser abordado mientras vendía Zapatos usados en la avenida Isabel Aguiar.
En el mismo lugar, otros negociantes aseguran que cada día la situación de los trabajadores “va de mal en peor”, y que el gobierno hace poco para implementar políticas sociales que contribuyan a hacer realidad el sueño de hombres y mujeres que a diario se levantan en busca de un futuro para sus familias.
A propósito del Día Internacional del Trabajador, distintos gremios y organizaciones se manifiestan para pedir al Estado mejores condiciones laborales, así como la creación de políticas públicas a favor de sector.
Empleados del Hospital Doctor Salvador B. Gautier aprovecharon la fecha para reclamar el pago de dos meses de salario que le adeuda la Prestadora de Servicios de Salud, a más de 200 trabajadores de ese centro.
“Si no nos pagan, no votamos”, vociferaban los empleados del hospital, que con pancartas en manos, reclamaban el pasado viernes sus salarios atrasados.
En la clase política, también hay voces que se unen a las demandas de los trabajadores.
Para el diputado y aspirante a senador, Juan Hubieres, el Día del Trabajador encuentra al país con altos niveles de desempleo y, a los que trabajan ganando salarios miserables.
A pesar de que el partido oficialista, consciente de que la clase obrera vive momentos difíciles, promete trabajar para mejorar la situación, los pequeños empresarios y trabajadores independientes se muestran desesperanzados. Pues aseguran que a los gobiernos no les ha interesado implementar políticas para mejorar las condiciones de quienes día a día se dedican a trabajar para tener una mejor vida.
“Esto no lo arregla nadie” fue la frase más común entre los vendedores informales que han convertido en un mercado intersección formada por la Isabel Aguiar y la avenida 27 de Febrero.